Viernes 01/11/2013 Hebreos 7:1-28

Hebreos 7:1-28

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

El sacerdocio de Melquisedec
  Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,
1  Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual se encontró con Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo,
1
El sacerdocio de Melquisedec
Este Melquisedec, rey de Salén y sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham, que regresaba de derrotar a los reyes, y lo bendijo.
1 Melquisedec fue rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo. Cuando Abraham regresaba de una batalla, en la que había derrotado a unos reyes, Melquisedec salió a recibirlo y lo bendijo.
2  a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo;(A) cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
2  y a quien Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos, cuyo nombre significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz,
2 Abraham, a su vez, le dio la décima parte de todo. El nombre Melquisedec significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, «rey de Salén», esto es, «rey de paz».
2 Entonces Abraham le dio a Melquisedec la décima parte de todo lo que había ganado en la batalla. El nombre Melquisedec significa «rey justo», pero también se le llama Rey de Salem, que significa «rey de paz».
3  sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
3  sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad.
3 No tiene padre ni madre ni genealogía; no tiene comienzo ni fin, pero a semejanza del Hijo de Dios, permanece como sacerdote para siempre.
3 Nadie sabe quiénes fueron sus padres ni sus antepasados, ni tampoco cuándo o dónde nació y murió. Por eso él, como sacerdote, se parece al Hijo de Dios, que es sacerdote para siempre.
4  Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.
4  Considerad, pues, la grandeza de este hombre a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín.
4 Consideren la grandeza de ese hombre, a quien nada menos que el patriarca Abraham dio la décima parte del botín.
4 Ahora bien, Melquisedec era tan importante que nuestro antepasado Abraham le dio la décima parte de lo que ganó en la batalla.
5  Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley,(B) es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham.
5  Y en verdad los de los hijos de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento en la ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son descendientes de Abraham.
5 Ahora bien, los descendientes de Leví que reciben el sacerdocio tienen, por ley, el mandato de cobrar los diezmos del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también son descendientes de Abraham.
5 De acuerdo con la ley de Moisés, si un sacerdote pertenece a la familia de Leví, tiene derecho a recibir la décima parte de todo lo que gana el pueblo. No importa que el sacerdote sea del mismo pueblo o familia; todos por igual tienen que dar la décima parte.
6  Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.
6  Pero aquel cuya genealogía no viene de ellos, recibió el diezmo de Abraham y bendijo al que tenía las promesas.
6 En cambio, Melquisedec, que no era descendiente de Leví, recibió los diezmos de Abraham y bendijo al que tenía las promesas.
6 Y aunque Melquisedec no pertenecía a la familia de Leví, recibió la décima parte de lo que había ganado Abraham, a quien Dios le había hecho promesas. Melquisedec bendijo a Abraham
7  Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
7  Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.
7 Es indiscutible que la persona que bendice es superior a la que recibe la bendición.
7 y, como todos sabemos, el que bendice es más importante que el que recibe la bendición.
8  Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.
8  Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el diezmo, pero allí, los recibe uno de quien se da testimonio de que vive.
8 En el caso de los levitas, los diezmos los reciben hombres mortales; en el otro caso, los recibe Melquisedec, de quien se da testimonio de que vive.
8 Los sacerdotes que ahora reciben la décima parte de lo que ganamos son personas que algún día morirán. Melquisedec, en cambio, sigue vivo, porque la Biblia no dice que haya muerto.
9  Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos;
9  Y, por decirlo así, por medio de Abraham aun Leví, que recibía diezmos, pagaba diezmos,
9 Hasta podría decirse que Leví, quien ahora recibe los diezmos, los pagó por medio de Abraham,
9 Por eso podemos decir que los sacerdotes de ahora, que pertenecen a la familia de Leví, también le dieron a Melquisedec la décima parte, porque Abraham actuó como su representante.
10  porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
10  porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
10 ya que Leví estaba presente en su antepasado Abraham cuando Melquisedec le salió al encuentro.
10 Esto fue así porque todos ellos son descendientes de Abraham. Aunque todavía no habían nacido cuando Abraham se encontró con Melquisedec, de alguna manera todos ellos estaban presentes en Abraham.
11  Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
11  Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio levítico (pues sobre esa base recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón?
11
Jesús, semejante a Melquisedec
Si hubiera sido posible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio levítico (pues bajo éste se le dio la ley al pueblo), ¿qué necesidad había de que más adelante surgiera otro sacerdote, según el orden de Melquisedec y no según el de Aarón?
11 Dios le dio la ley al pueblo de Israel. Esa ley se hizo pensando en que los sacerdotes de la familia de Leví ayudarían al pueblo a ser perfecto. Pero como aquellos sacerdotes no pudieron hacerlo, fue necesario que apareciera un sacerdote diferente: uno que no fuera descendiente del sacerdote Aarón, sino como Melquisedec.
12  Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;
12  Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley.
12 Porque cuando cambia el sacerdocio, también tiene que cambiarse la ley.
12 Porque si cambia la clase de sacerdote, también cambia la ley.
13  y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
13  Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenece a otra tribu, de la cual nadie ha servido en el altar.
13 En efecto, Jesús, de quien se dicen estas cosas, era de otra tribu, de la cual nadie se ha dedicado al servicio del altar.
13 Ese sacerdote tan distinto, del cual estamos hablando, es nuestro Señor Jesucristo. Como todos sabemos, él no descendía de la familia de Aarón, sino de la de Judá. La ley de Moisés dice que de esa familia nadie puede ser sacerdote, y nunca un sacerdote ha salido de ella.
14  Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
14  Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes.
14 Es evidente que nuestro Señor procedía de la tribu de Judá, respecto a la cual nada dijo Moisés con relación al sacerdocio.

15  Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,
15  Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote,
15 Y lo que hemos dicho resulta aún más evidente si, a semejanza de Melquisedec, surge otro sacerdote
15 Todo esto es más fácil de entender si tenemos en cuenta que ese sacerdote diferente es como Melquisedec.
16  no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
16  que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible.
16 que ha llegado a serlo, no conforme a un requisito legal respecto a linaje humano, sino conforme al poder de una vida indestructible.
16 Es diferente porque no fue elegido por ser miembro de una familia determinada, sino porque vive para siempre.
17  Pues se da testimonio de él:
 Tú eres sacerdote para siempre,
 Según el orden de Melquisedec.(C)
17  Pues de El se da testimonio: TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE SEGUN EL ORDEN DE MELQUISEDEC.
17 Pues de él se da testimonio: «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.»[a]
17 Acerca de él, dice la Biblia: «Tú eres sacerdote para siempre, como lo fue Melquisedec.»
18  Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia
18  Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil
18 Por una parte, la ley anterior queda anulada por ser inútil e ineficaz,
18 Así que la ley de Moisés ha quedado anulada, porque resultó inútil.
19  (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
19  (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.
19 ya que no perfeccionó nada. Y por la otra, se introduce una esperanza mejor, mediante la cual nos acercamos a Dios.
19 Esa ley no pudo hacer perfecta a la gente. Por eso, ahora esperamos confiadamente que Dios nos dé algo mucho mejor, y eso nos permite que seamos sus amigos.
20  Y esto no fue hecho sin juramento;
20  Y por cuanto no fue sin juramento,
20 ¡Y no fue sin juramento! Los otros sacerdotes llegaron a serlo sin juramento,
20 Además, Dios juró que tendríamos un sacerdote diferente. Los otros sacerdotes fueron nombrados sin que Dios jurara nada;
21  porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
 Juró el Señor, y no se arrepentirá:
 Tú eres sacerdote para siempre,
 Según el orden de Melquisedec.(D)
21  pues en verdad ellos llegaron a ser sacerdotes sin juramento, pero El por un juramento del que le dijo: EL SEÑOR HA JURADO Y NO CAMBIARA: "TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE",
21 mientras que éste llegó a serlo con el juramento de aquel que le dijo: «El Señor ha jurado, y no cambiará de parecer: “Tú eres sacerdote para siempre.” »
21 en cambio, en el caso de Cristo, Dios sí hizo un juramento, pues en la Biblia dice: «Dios juró: “Tú eres sacerdote para siempre.” Y Dios no cambia de idea.»
22  Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
22  por eso, Jesús ha venido a ser fiador de un mejor pacto.
22 Por tanto, Jesús ha llegado a ser el que garantiza un pacto superior.
22 Por eso Jesús nos asegura que ahora tenemos con Dios un pacto mejor.
23  Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
23  Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar,
23 Ahora bien, como a aquellos sacerdotes la muerte les impedía seguir ejerciendo sus funciones, ha habido muchos de ellos;
23 Antes tuvimos muchos sacerdotes, porque ninguno de ellos podía vivir para siempre.
24  mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
24  pero El conserva su sacerdocio inmutable puesto que permanece para siempre.
24 pero como Jesús permanece para siempre, su sacerdocio es imperecedero.
24 Pero como Jesús no morirá jamás, no necesita pasarle a ningún otro su oficio de sacerdote.
25  por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
25  Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de El se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos.
25 Por eso también puede salvar por completo[b] a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.
25 Jesús puede salvar para siempre a los que, por medio de él, quieren ser amigos de Dios. Pues vive eternamente, y siempre está pidiendo a Dios por ellos.
26  Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
26  Porque convenía que tuviéramos tal sumo sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos,
26 Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.
26 Jesús es el Jefe de Sacerdotes que necesitábamos, pues es santo, en él no hay maldad, y nunca ha pecado. Dios lo apartó de los pecadores, lo hizo subir al cielo, y lo puso en el lugar más importante de todos.
27  que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo;(E) porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
27  que no necesita, como aquellos sumos sacerdotes, ofrecer sacrificios diariamente, primero por sus propios pecados y después por los pecados del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, cuando se ofreció a sí mismo.
27 A diferencia de los otros sumos sacerdotes, él no tiene que ofrecer sacrificios día tras día, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque él ofreció el sacrificio una sola vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo.
27 Jesús no es como los otros sacerdotes, que todos los días tienen que matar animales para ofrecérselos a Dios y pedirle perdón por sus propios pecados, y luego tienen que hacer lo mismo por los pecados del pueblo. Por el contrario, cuando Jesús murió por nuestros pecados, ofreció su vida una sola vez y para siempre.
28  Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
28  Porque la ley designa como sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento, que vino después de la ley, designa al Hijo, hecho perfecto para siempre.
28 De hecho, la ley designa como sumos sacerdotes a hombres débiles; pero el juramento, posterior a la ley, designa al Hijo, quien ha sido hecho perfecto para siempre.

28 A los sacerdotes puestos por la ley de Moisés les resulta difícil obedecer a Dios en todo. Pero, después de darnos su ley, Dios juró que nos daría como Jefe de Sacerdotes a su Hijo, a quien él hizo perfecto para siempre.