RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
Colaboradores
de Dios
De
manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales,
como a niños en Cristo.
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1 Así que yo, hermanos, no pude hablaros como
a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
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1
Sobre
las divisiones en la iglesia
Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como
a espirituales sino como a inmaduros,[a]
apenas niños en Cristo.
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1 Hermanos
míos, antes de ahora no les pude hablar como a quienes ya tienen el Espíritu
de Dios, porque ustedes se comportaban como la gente pecadora de este mundo.
Por eso tuve que hablarles como si apenas comenzaran a creer en Cristo.
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2 Os di a beber leche, y no vianda;(A) porque aún no erais capaces, ni sois
capaces todavía,
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2 Os di a beber leche, no alimento sólido,
porque todavía no podíais recibirlo .
En verdad, ni aun ahora podéis,
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2 Les di
leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía,
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2 En vez de
enseñarles cosas difíciles, les enseñé cosas sencillas, porque ustedes
parecen niños pequeños, que apenas pueden tomar leche y no alimentos fuertes.
En aquel entonces no estaban preparados para entender cosas más difíciles. Y
todavía no lo están,
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3 porque aún sois carnales; pues habiendo
entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis
como hombres?
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3 porque todavía sois carnales. Pues habiendo
celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres?
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3 pues aún
son inmaduros. Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán
inmaduros? ¿Acaso no se están comportando según criterios meramente humanos?
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3 pues siguen
viviendo como la gente pecadora de este mundo. Tienen celos los unos de los
otros, y se pelean entre ustedes. Porque, cuando uno dice: «Yo soy seguidor
de Pablo», y otro contesta: «Yo soy seguidor de Apolo», están actuando como
la gente de este mundo. ¿No se dan cuenta de que así se comportan los
pecadores?
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4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy
de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos,(B)
¿no sois carnales?
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4 Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y
otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois simplemente
hombres?
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4 Cuando uno
afirma: «Yo sigo a Pablo», y otro: «Yo sigo a Apolos», ¿no es porque están
actuando con criterios humanos?[b]
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5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos?
Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada
uno concedió el Señor.
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5 ¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo?
Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno.
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5 Después de
todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de
los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada
uno.
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5 Después de
todo, Apolo y yo sólo somos servidores de Dios para ayudarlos a creer en Jesucristo.
Cada uno de nosotros hizo lo que el Señor nos mandó hacer:
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6 Yo planté,(C)
Apolos regó;(D) pero el crecimiento
lo ha dado Dios.
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6 Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado
el crecimiento.
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6 Yo sembré,
Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
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6 yo les
anuncié a ustedes la buena noticia de Jesucristo, y Apolo les enseñó a seguir
confiando en él, pero es Dios quien los ha hecho confiar más en Cristo.
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7 Así que ni el que planta es algo, ni el que
riega, sino Dios, que da el crecimiento.
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7 Así que ni el que planta ni el que riega es
algo, sino Dios que da el crecimiento.
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7 Así que no
cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que
hace crecer.
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7 Así que lo
importante no es quién anuncia la noticia ni quién la enseña; el único
importante es Dios, que es quien aumenta nuestra confianza en Cristo.
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8 Y el que planta y el que riega son una
misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
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8 Ahora bien, el que planta y el que riega
son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su
propia labor.
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8 El que
siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será
recompensado según su propio trabajo.
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8 Tanta
importancia tienen los que anuncian la noticia como los que la enseñan. Cada
uno de ellos recibirá su premio, según el trabajo que haya hecho.
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9 Porque nosotros somos colaboradores de
Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
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9 Porque nosotros somos colaboradores de
Dios, y vosotros sois labranza de
Dios, edificio de Dios.
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9 En efecto,
nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de
cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
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9 Apolo y yo
somos servidores de Dios, y ustedes son como un campo de trigo, como un
edificio construido por Dios, del cual Dios es el dueño.
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10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido
dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima;
pero cada uno mire cómo sobreedifica.
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10 Conforme a la gracia de Dios que me fue
dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él.
Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.
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10 Según
la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos,
y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye,
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10 Dios,
por su bondad, me permitió actuar como si yo fuera el arquitecto de ese
edificio. Y yo, como buen arquitecto, puse una base firme: les di la buena
noticia de Jesucristo. Luego, otros construyeron sobre esa base. Pero cada
uno debe tener cuidado de la manera en que construye,
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11 Porque nadie puede poner otro fundamento
que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
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11 Pues nadie puede poner otro fundamento que
el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.
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11
porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que
es Jesucristo.
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11
porque nadie puede poner una base distinta de la que ya está puesta, y esa
base es Jesucristo.
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12 Y si sobre este fundamento alguno edificare
oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
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12 Ahora bien, si sobre el fundamento alguno
edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja,
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12 Si
alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras
preciosas, o con madera, heno y paja,
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12 A
partir de esa base podemos seguir construyendo con oro, plata, piedras
preciosas, madera, paja o caña.
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13 la obra de cada uno se hará manifiesta;
porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de
cada uno cuál sea, el fuego la probará.
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13 la obra de cada uno se hará evidente;
porque el día la dará a conocer, pues con fuego será
revelada; el fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno.
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13 su
obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al
descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del
trabajo de cada uno.
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13 Pero,
cuando llegue el fin del mundo, Dios pondrá a prueba lo que cada uno enseñó.
Será como probar con fuego los materiales que usamos para la construcción.
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14 Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa.
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14 Si permanece la obra de alguno que ha
edificado sobre el fundamento,
recibirá recompensa.
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14 Si lo
que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa,
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14 Si lo
que uno enseñó pasa la prueba del fuego, recibirá un premio.
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15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
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15 Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él
será salvo, aunque así como por fuego.
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15 pero
si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero
como quien pasa por el fuego.
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15 En
cambio, si no pasa esa prueba, lo perderá todo, aunque él se salvará como si
escapara del fuego.
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16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que
el Espíritu de Dios mora en vosotros?(E)
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16 ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en vosotros?
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16 ¿No
saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en
ustedes?
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16
¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu de Dios
vive en ustedes?
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17 Si alguno destruyere el templo de Dios,
Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros,
santo es.
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17 Si alguno destruye el templo de Dios, Dios
lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que
vosotros sois.
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17 Si
alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque
el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
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17
Ustedes son el templo santo de Dios. A cualquiera que destruya su templo,
Dios también lo destruirá.
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18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre
vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser
sabio.
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18 Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de
vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser
sabio.
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18 Que
nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta
época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.
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18 ¡No
se engañen a ustedes mismos! Si alguno cree que es muy sabio, y que sabe
mucho de las cosas de este mundo, para ser sabio de verdad debe comportarse
como un ignorante.
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19 Porque la sabiduría de este mundo es
insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la
astucia de ellos.(F)
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19 Porque la sabiduría de este mundo es
necedad ante Dios. Pues escrito está: El es
EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU propia
ASTUCIA.
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19
Porque a los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura. Como está
escrito: «Él atrapa a los sabios en su propia astucia»;[c]
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19
Porque, para Dios, la sabiduría de este mundo es una tontería. Como dice la
Biblia: «Dios hace que los sabios caigan en sus propias trampas».
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20 Y otra vez: El Señor conoce los
pensamientos de los sabios, que son vanos.(G)
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20 Y también: EL SEÑOR CONOCE LOS
RAZONAMIENTOS de los sabios, LOS CUALES SON INUTILES.
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20 y
también dice: «El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son
absurdos.»[d]
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20 Y
también dice: «Bien sabe nuestro Dios las tonterías que a los sabios se les
ocurren.»
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21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres;
porque todo es vuestro:
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21 Así que nadie se jacte en los hombres,
porque todo es vuestro:
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21 Por
lo tanto, ¡que nadie base su orgullo en el hombre! Al fin y al cabo, todo es
de ustedes,
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21 Por
lo tanto, nadie se llene de orgullo por lo que hacen los simples seres
humanos. En realidad, todo es de ustedes:
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22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el
mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es
vuestro,
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22 ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el
mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es
vuestro,
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22 ya
sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el universo, o la vida, o la muerte, o lo
presente o lo por venir; todo es de ustedes,
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22
Pablo, Apolo, Pedro, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro.
Todo es de ustedes,
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23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
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23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
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23 y
ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
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23 y
ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
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