1 Corintios 3:1-23



RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

Colaboradores de Dios
  De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1  Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
1
Sobre las divisiones en la iglesia
Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros,[a] apenas niños en Cristo.
1 Hermanos míos, antes de ahora no les pude hablar como a quienes ya tienen el Espíritu de Dios, porque ustedes se comportaban como la gente pecadora de este mundo. Por eso tuve que hablarles como si apenas comenzaran a creer en Cristo.
2  Os di a beber leche, y no vianda;(A) porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
2  Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo . En verdad, ni aun ahora podéis,
2 Les di leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía,
2 En vez de enseñarles cosas difíciles, les enseñé cosas sencillas, porque ustedes parecen niños pequeños, que apenas pueden tomar leche y no alimentos fuertes. En aquel entonces no estaban preparados para entender cosas más difíciles. Y todavía no lo están,
3  porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
3  porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres?
3 pues aún son inmaduros. Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se están comportando según criterios meramente humanos?
3 pues siguen viviendo como la gente pecadora de este mundo. Tienen celos los unos de los otros, y se pelean entre ustedes. Porque, cuando uno dice: «Yo soy seguidor de Pablo», y otro contesta: «Yo soy seguidor de Apolo», están actuando como la gente de este mundo. ¿No se dan cuenta de que así se comportan los pecadores?
4  Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos,(B) ¿no sois carnales?
4  Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois simplemente hombres?
4 Cuando uno afirma: «Yo sigo a Pablo», y otro: «Yo sigo a Apolos», ¿no es porque están actuando con criterios humanos?[b]

5  ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
5  ¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno.
5 Después de todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada uno.
5 Después de todo, Apolo y yo sólo somos servidores de Dios para ayudarlos a creer en Jesucristo. Cada uno de nosotros hizo lo que el Señor nos mandó hacer:
6  Yo planté,(C) Apolos regó;(D) pero el crecimiento lo ha dado Dios.
6  Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
6 Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
6 yo les anuncié a ustedes la buena noticia de Jesucristo, y Apolo les enseñó a seguir confiando en él, pero es Dios quien los ha hecho confiar más en Cristo.
7  Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
7  Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios que da el crecimiento.
7 Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer.
7 Así que lo importante no es quién anuncia la noticia ni quién la enseña; el único importante es Dios, que es quien aumenta nuestra confianza en Cristo.
8  Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
8  Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor.
8 El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo.
8 Tanta importancia tienen los que anuncian la noticia como los que la enseñan. Cada uno de ellos recibirá su premio, según el trabajo que haya hecho.
9  Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
9  Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
9 En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
9 Apolo y yo somos servidores de Dios, y ustedes son como un campo de trigo, como un edificio construido por Dios, del cual Dios es el dueño.
10  Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
10  Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.
10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye,
10 Dios, por su bondad, me permitió actuar como si yo fuera el arquitecto de ese edificio. Y yo, como buen arquitecto, puse una base firme: les di la buena noticia de Jesucristo. Luego, otros construyeron sobre esa base. Pero cada uno debe tener cuidado de la manera en que construye,
11  Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
11  Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.
11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.
11 porque nadie puede poner una base distinta de la que ya está puesta, y esa base es Jesucristo.
12  Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
12  Ahora bien, si sobre el fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja,
12 Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja,
12 A partir de esa base podemos seguir construyendo con oro, plata, piedras preciosas, madera, paja o caña.
13  la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
13  la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada; el fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno.
13 su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno.
13 Pero, cuando llegue el fin del mundo, Dios pondrá a prueba lo que cada uno enseñó. Será como probar con fuego los materiales que usamos para la construcción.
14  Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
14  Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa.
14 Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa,
14 Si lo que uno enseñó pasa la prueba del fuego, recibirá un premio.
15  Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
15  Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.
15 pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.
15 En cambio, si no pasa esa prueba, lo perderá todo, aunque él se salvará como si escapara del fuego.
16  ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?(E)
16  ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
16 ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
16 ¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?
17  Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
17  Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.
17 Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
17 Ustedes son el templo santo de Dios. A cualquiera que destruya su templo, Dios también lo destruirá.
18  Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
18  Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno de vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio.
18 Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.
18 ¡No se engañen a ustedes mismos! Si alguno cree que es muy sabio, y que sabe mucho de las cosas de este mundo, para ser sabio de verdad debe comportarse como un ignorante.
19  Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.(F)
19  Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: El es EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU propia ASTUCIA.
19 Porque a los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura. Como está escrito: «Él atrapa a los sabios en su propia astucia»;[c]
19 Porque, para Dios, la sabiduría de este mundo es una tontería. Como dice la Biblia: «Dios hace que los sabios caigan en sus propias trampas».
20  Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.(G)
20  Y también: EL SEÑOR CONOCE LOS RAZONAMIENTOS de los sabios, LOS CUALES SON INUTILES.
20 y también dice: «El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son absurdos.»[d]
20 Y también dice: «Bien sabe nuestro Dios las tonterías que a los sabios se les ocurren.»
21  Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro:
21  Así que nadie se jacte en los hombres, porque todo es vuestro:
21 Por lo tanto, ¡que nadie base su orgullo en el hombre! Al fin y al cabo, todo es de ustedes,
21 Por lo tanto, nadie se llene de orgullo por lo que hacen los simples seres humanos. En realidad, todo es de ustedes:
22  sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,
22  ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es vuestro,
22 ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el universo, o la vida, o la muerte, o lo presente o lo por venir; todo es de ustedes,
22 Pablo, Apolo, Pedro, el mundo, la vida, la muerte, el presente y el futuro. Todo es de ustedes,
23  y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
23  y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
23 y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.

23 y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.