Colosenses 2:1-23
RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1 Porque
quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están
en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
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1 Porque
quiero que sepáis qué gran lucha tengo por vosotros y por los que están en
Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona,
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1 Quiero que sepan qué gran lucha sostengo por
el bien de ustedes y de los que están en Laodicea, y de tantos que no me
conocen personalmente.
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1 Yo quiero que sepan que estoy luchando mucho,
tanto por ustedes, los de la iglesia en el pueblo de Laodicea, como por los
que no me conocen personalmente.
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2 para
que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las
riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el
Padre, y de Cristo,
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2 para
que sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión,
resultando en un verdadero
conocimiento del misterio de Dios, es decir,
de Cristo,
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2 Quiero que lo sepan para que cobren ánimo,
permanezcan unidos por amor, y tengan toda la riqueza que proviene de la
convicción y del entendimiento. Así conocerán el misterio de Dios, es decir,
a Cristo,
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2 Y lucho para animarlos a todos, y para que se
mantengan unidos en el amor de Cristo, y así lleguen a tener la plena
seguridad de comprender todo el plan que Dios y Cristo habían mantenido en
secreto.
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3 en
quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
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3 en
quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
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3 en quien están escondidos todos los tesoros de
la sabiduría y del conocimiento.
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3 Todas las riquezas de la sabiduría y del
conocimiento se encuentran presentes en Cristo.
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4 Y esto
lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
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4 Esto lo
digo para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos.
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4 Les digo esto para que nadie los engañe con
argumentos capciosos.
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4 Les digo esto para que nadie los engañe con frases
bonitas, pero falsas.
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5 Porque
aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros,
gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
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5 Porque
aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con vosotros en
espíritu, regocijándome al ver vuestra buena disciplina y la estabilidad de
vuestra fe en Cristo.
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5 Aunque estoy físicamente ausente, los acompaño
en espíritu, y me alegro al ver su buen orden y la firmeza de su fe en
Cristo.
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5 Porque, aunque no estoy con ustedes, siempre
los recuerdo y me alegro de saber que son ordenados, y que siguen confiando
plenamente en Jesucristo.
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6 Por
tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
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6 Por
tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en El;
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6
Libertad en Cristo
Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor,
vivan ahora en él,
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6 Ustedes han aceptado a Jesucristo como su
dueño y Señor. Por eso, deben vivir como a él le agrada.
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7
arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como
habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Plenitud de vida en Cristo
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7
firmemente arraigados y edificados en El y confirmados en vuestra fe,
tal como fuisteis instruidos, rebosando de gratitud.
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7 arraigados y edificados en él, confirmados en
la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud.
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7 Tal como se les enseñó, confíen cada vez más
en él, y vivan obedeciendo sus enseñanzas para ser cada vez mejores, y den
siempre gracias a Dios.
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8 Mirad
que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según
Cristo.
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8 Mirad
que nadie os haga cautivos por medio de su
filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a
los principios elementales del mundo y no según Cristo.
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8 Cuídense de que nadie los cautive con la vana
y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con
los principios[a] de este
mundo y no conforme a Cristo.
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8 Tengan cuidado. No presten atención a los que
quieren engañarlos con ideas y razonamientos que parecen contener sabiduría,
pero que sólo son enseñanzas humanas. Esa gente obedece a los espíritus
poderosos de este mundo, y no a Cristo.
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9 Porque
en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
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9 Porque
toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en El,
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9 Toda la plenitud de la divinidad habita en
forma corporal en Cristo;
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9 Cristo es completamente igual a Dios,
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10 y
vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y
potestad.
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10 y
habéis sido hechos completos en El, que es la cabeza sobre todo poder y
autoridad;
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10 y en él, que es la cabeza de todo poder y
autoridad, ustedes han recibido esa plenitud.
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10 y reina sobre todos los espíritus que tienen
poder y autoridad. A ustedes no les falta nada, pues están unidos a Cristo.
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11 En él
también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de
vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
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11 en El
también fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al
quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo;
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11 Además, en él fueron circuncidados, no por
mano humana sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo
pecaminoso.[b] Esta
circuncisión la efectuó Cristo.
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11 Los judíos se circuncidan en señal de que son
parte del pueblo de Dios. Pero a ustedes Dios los hizo parte de su pueblo al
unirlos a Cristo, y así les quitó el deseo de seguir pecando. Esa fue la
circuncisión que Dios mismo les hizo.
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12
sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos.(A)
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12
habiendo sido sepultados con El en el bautismo, en el cual también
habéis resucitado con El por la fe en la acción del
poder de Dios, que le resucitó de entre los muertos.
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12 Ustedes la recibieron al ser sepultados con él
en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder
de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos.
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12 Cuando ustedes fueron bautizados, fueron
sepultados con Cristo. Y resucitaron con él, porque confiaron en el poder de
Dios.
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13 Y a
vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él,(B)
perdonándoos todos los pecados,
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13 Y
cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra
carne, os dio vida juntamente con El, habiéndonos perdonado todos los
delitos,
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13 Antes de recibir esa circuncisión, ustedes
estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos[c] dio vida en unión con Cristo, al
perdonarnos todos los pecados
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13 Antes, ustedes estaban muertos, pues eran
pecadores y no formaban parte del pueblo de Dios. Pero ahora Dios les ha dado
vida junto con Cristo, y les ha perdonado todos sus pecados.
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14
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos
era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,(C)
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14
habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos
contra nosotros y que nos era adverso,
y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.
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14 y anular la deuda[d] que teníamos pendiente por los
requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en
la cruz.
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14 La ley escrita estaba en contra de nosotros,
pero Dios le puso fin por medio de la muerte de Cristo en la cruz.
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15 y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.
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15 Y habiendo despojado a los poderes y
autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por
medio de El.
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15 Desarmó a los poderes y a las potestades, y
por medio de Cristo[e] los
humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.
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15 Dios les quitó el poder a los espíritus que
tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al
pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso.
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16 Por
tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo,(D)
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16 Por
tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o
bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo;
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16 Así que nadie los juzgue a ustedes por lo que
comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de
reposo.
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16 No dejen que nadie los critique por lo que
comen o beben, o porque no celebran ciertas fiestas ni respetan los días de
luna nueva o de descanso.
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17 todo lo
cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
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17 cosas
que sólo son sombra de lo que ha de
venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo.
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17 Todo esto es una sombra de las cosas que están
por venir; la realidad se halla en Cristo.
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17 Todo eso no era más que la sombra engañosa de
lo que estaba por venir. Lo real y verdadero es Cristo.
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18 Nadie
os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles,
entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente
carnal,
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18 Nadie
os defraude de vuestro premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en
la adoración de los ángeles, basándose en las visiones
que ha visto, hinchado sin causa por su mente carnal,
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18 No dejen que les prive de esta realidad
ninguno de esos que se ufanan en fingir humildad y adoración de ángeles. Los
tales hacen alarde de lo que no han visto; y, envanecidos por su razonamiento
humano,
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18 Así que no dejen que nadie los condene, y
menos esa gente que adora a los ángeles y que aparenta ser humilde. Dicen que
ven visiones, pero mienten. Sus pensamientos los llenan de orgullo, pero sólo
piensan cosas malas.
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19 y no
asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y
uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da
Dios.(E)
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19 pero no
asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las
coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que
es de Dios.
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19 no se mantienen firmemente unidos a la Cabeza.
Por la acción de ésta, todo el cuerpo, sostenido y ajustado mediante las
articulaciones y ligamentos, va creciendo como Dios quiere.
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19 Esa gente no está unida a Cristo, que es quien
gobierna a la iglesia y quien le da más y más fuerzas. Cristo le da a la
iglesia todo lo que necesita, y une a todos sus miembros de acuerdo con el
plan de Dios.
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20 Pues si
habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como
si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
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20 Si
habéis muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué,
como si aún vivierais en el mundo, os
sometéis a preceptos tales como:
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20 Si con Cristo ustedes ya han muerto a los
principios de este mundo, ¿por qué, como si todavía pertenecieran al mundo,
se someten a preceptos tales como:
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20 Ustedes están unidos a Cristo por medio de su
muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este
mundo. Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su
dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen
|
21 tales
como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
|
21 no
manipules, ni gustes, ni toques
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21 «No tomes en tus manos, no pruebes, no
toques»?
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21 «no toquen esto», «no coman eso», «no prueben
aquello»?
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22 (en
conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se
destruyen con el uso?
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22 (todos
los cuales se refieren a cosas
destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los
hombres?
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22 Estos preceptos, basados en reglas y
enseñanzas humanas, se refieren a cosas que van a desaparecer con el uso.
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22 Esas reglas no son más que enseñanzas humanas,
que con el tiempo van perdiendo su valor.
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23 Tales
cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario,
en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra
los apetitos de la carne.
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23 Tales
cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana,
en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, pero carecen de valor alguno contra los
apetitos de la carne.
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23 Tienen sin duda apariencia de sabiduría, con
su afectada piedad, falsa humildad y severo trato del cuerpo, pero de nada
sirven frente a los apetitos de la naturaleza pecaminosa.[f]
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23 No se puede negar que son útiles, porque
enseñan acerca de la conducta religiosa, la humildad y el dominio del cuerpo.
Pero lo cierto es que no ayudan a combatir los malos deseos de nuestra
naturaleza humana.
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