Lunes 21/10/2013 Tito 3:1-15

Tito 3:1-15

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

Justificados por gracia
  Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
1  Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra;
1
La conducta del creyente
Recuérdales a todos que deben mostrarse obedientes y sumisos ante los gobernantes y las autoridades. Siempre deben estar dispuestos a hacer lo bueno:
1 A los hermanos de la iglesia, recuérdales que deben obedecer a los gobernantes y a las autoridades del país. Recuérdales también que deben ser obedientes en todo y estar siempre dispuestos a hacer el bien.
2  Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
2  que no injurien a nadie, que no sean contenciosos, sino amables, mostrando toda consideración para con todos los hombres.
2 a no hablar mal de nadie, sino a buscar la paz y ser respetuosos, demostrando plena humildad en su trato con todo el mundo.
2 No deben hablar mal de nadie, ni discutir. Deben ser amables con todos y mostrar humildad en su trato con los demás.
3  Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
3  Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros.
3 En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros.
3 Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y desobedientes, y andábamos perdidos. Para divertirnos, hacíamos todo lo malo que se nos ocurría. Éramos malvados y envidiosos, y esclavos de esos malos deseos. Todo el mundo nos odiaba, y nosotros también odiábamos a los demás.
4  Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
4  Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia la humanidad,
4 Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador,
4 Pero Dios, nuestro salvador, nos mostró que él es bueno, y que ama a todo el mundo,
5  nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
5  El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,
5 él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,
5 y nos salvó. Pero no lo hizo porque nosotros hubiéramos hecho algo bueno, sino porque nos ama y quiso ayudarnos. Por medio del poder del Espíritu Santo nos salvó, nos purificó de todos nuestros pecados, y nos dio nueva vida. ¡Fue como si hubiéramos nacido de nuevo!
6  el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
6  que El derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
6 el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador.
6 Gracias a Jesucristo, nuestro salvador, Dios nos dio el Espíritu Santo.
7  para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
7  para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
7 Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna.
7 Por su gran amor, Dios nos aceptó y nos dio la seguridad de que tendremos la vida eterna tan esperada.
8  Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
8  Palabra fiel es ésta , y en cuanto a estas cosas quiero que hables con firmeza, para que los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres.
8 Este mensaje es digno de confianza, y quiero que lo recalques, para que los que han creído en Dios se empeñen en hacer buenas obras. Esto es excelente y provechoso para todos.
8 Esto es verdad, y quiero que insistas en enseñarlo, para que los que confían en Dios se dediquen a hacer lo que es bueno. Estas cosas son buenas y ayudan a todos.
9  Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
9  Pero evita controversias necias, genealogías, contiendas y discusiones acerca de la ley, porque son sin provecho y sin valor.
9 Evita las necias controversias y genealogías, las discusiones y peleas sobre la ley, porque carecen de provecho y de sentido.
9 Pero no te pongas a discutir acerca de tonterías, ni prestes atención a las leyendas que hablan de nuestros antepasados. No te enojes ni te pelees con nadie, sólo por hablar de la ley de Moisés. Esas discusiones son inútiles y no conducen a nada.
10  Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,
10  Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, deséchalo,
10 Al que cause divisiones, amonéstalo dos veces, y después evítalo.
10 A los que siempre están peleando en la iglesia, llámales la atención una o dos veces. Si no te hacen caso, apártate de ellos.
11  sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.

Instrucciones personales

11  sabiendo que el tal es perverso y peca, habiéndose condenado a sí mismo.
11 Puedes estar seguro de que tal individuo se condena a sí mismo por ser un perverso pecador.
11 Puedes estar seguro de que esa gente ha dejado de creer en la verdadera enseñanza, y sus propios pecados demuestran que son culpables.
12  Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico,(A) apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno.
12  Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, procura venir a mí en Nicópolis, porque he decidido pasar allí el invierno.
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Instrucciones personales y saludos finales
Tan pronto como te haya enviado a Artemas o a Tíquico, haz todo lo posible por ir a Nicópolis a verme, pues he decidido pasar allí el invierno.
12 Voy a mandarte a Artemas o a Tíquico. Tan pronto como llegue uno de ellos, haz todo lo posible por venir a visitarme en Nicópolis, porque allí pienso pasar el invierno.
13  A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos,(B) encamínales con solicitud, de modo que nada les falte.
13  Encamina con diligencia a Zenas, intérprete de la ley, y a Apolos, para que nada les falte.
13 Ayuda en todo lo que puedas al abogado Zenas y a Apolos, de modo que no les falte nada para su viaje.
13 Ayuda en todo al abogado Zenas, y también a Apolo. Dales todo lo que necesiten para seguir su viaje, y cuida de que no les falte nada.
14  Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.

Salutaciones y bendición final

14  Y que nuestro pueblo  aprenda a ocuparse en buenas obras, atendiendo a las necesidades apremiantes, para que no estén sin fruto.
14 Que aprendan los nuestros a empeñarse en hacer buenas obras, a fin de que atiendan a lo que es realmente necesario y no lleven una vida inútil.
14 Los nuestros deben aprender a hacer lo que es bueno, y ayudar a otros. Así vivirán como personas útiles.
15  Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe.
 La gracia sea con todos vosotros. Amén.
15  Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe.  La gracia sea con todos vosotros.
15 Saludos de parte de todos los que me acompañan. Saludos a los que nos aman en la fe. Que la gracia sea con todos ustedes.

15 Todos los que están conmigo te envían saludos. Saluda a todos nuestros amigos de la iglesia. Deseo de todo corazón que el amor de Dios los acompañe siempre.