Martes 01/10/2013 1 Tesalonicenses 4:1-18

1 Tesalonicenses 4:1-18

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

La vida que agrada a Dios
  Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.
1  Por lo demás, hermanos, os rogamos, pues, y os exhortamos en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que debéis andar y agradar a Dios (como de hecho ya andáis), así abundéis en ello más y más.
1
La vida que agrada a Dios
Por lo demás, hermanos, les pedimos encarecidamente en el nombre del Señor Jesús que sigan progresando en el modo de vivir que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están practicando.
1 Queridos hermanos en Cristo, nosotros les hemos enseñado a vivir como a Dios le agrada, y ustedes en verdad viven así. Ahora les rogamos y los animamos, de parte del Señor Jesús, a que se esfuercen cada vez más por seguir viviendo así.
2  Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús;
2  Pues sabéis qué preceptos os dimos por autoridad del Señor Jesús.
2 Ustedes saben cuáles son las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús.
2 Ustedes ya conocen las instrucciones que les dimos con la autoridad que recibimos del Señor Jesús.
3  pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
3  Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual;
3 La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual;
3 Dios quiere que ustedes sean santos, que no tengan relaciones sexuales prohibidas,
4  que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;
4  que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor,
4 que cada uno aprenda a controlar su propio cuerpo[a] de una manera santa y honrosa,
4 y que cada uno de ustedes trate a su propia esposa con mucho respeto.
5  no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;
5  no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;
5 sin dejarse llevar por los malos deseos como hacen los paganos, que no conocen a Dios;
5 Deben dominar sus malos deseos sexuales, y no portarse como los que no creen en Dios.
6  que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.
6  y que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente.
6 y que nadie perjudique a su hermano ni se aproveche de él en este asunto. El Señor castiga todo esto, como ya les hemos dicho y advertido.
6 No deben engañar a los demás miembros de la iglesia, ni aprovecharse de ellos. Ya les hemos advertido que el Señor castigará duramente a los que se comporten así.
7  Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
7  Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación.
7 Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad;
7 Porque Dios no nos ha llamado a seguir pecando, sino a vivir una vida santa.
8  Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.
8  Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo.
8 por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo.
8 Por eso, el que rechaza esta enseñanza no nos está rechazando a nosotros, sino a Dios mismo, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.
9  Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros;
9  Mas en cuanto al amor fraternal, no tenéis necesidad de que nadie os escriba, porque vosotros mismos habéis sido enseñados por Dios a amaros unos a otros;
9 En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.
9 No hace falta que les escriba acerca del amor que debe existir entre los miembros de la iglesia, pues Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.
10  y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más;
10  porque en verdad lo practicáis con todos los hermanos que están en toda Macedonia. Pero os instamos, hermanos, a que abundéis en ello más y más,
10 En efecto, ustedes aman a todos los hermanos que viven en Macedonia. No obstante, hermanos, les animamos a amarse aún más,
10 Así lo han hecho ustedes con todos los seguidores de Cristo en la región de Macedonia. Les rogamos, entonces, que se amen más y más.
11  y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado,
11  y a que tengáis por vuestra ambición el llevar una vida tranquila, y os ocupéis en vuestros propios asuntos y trabajéis con vuestras manos, tal como os hemos mandado;
11 a procurar vivir en paz con todos, a ocuparse de sus propias responsabilidades y a trabajar con sus propias manos. Así les he mandado,
11 Traten de vivir tranquilos, ocúpense de sus propios asuntos y trabajen, como ya antes les hemos ordenado que lo hagan.
12  a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.

La venida del Señor

12  a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.
12 para que por su modo de vivir se ganen el respeto de los que no son creyentes, y no tengan que depender de nadie.
12 De ese modo se ganarán el respeto de la gente que no confía en Dios, y no tendrán que pedirle nada a nadie.
13  Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
13  Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza.
13
La venida del Señor
Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto,[b] para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.
13 Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza.
14  Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
14  Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús.
14 ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.
14 Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en él.
15  Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
15  Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
15 Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto.
15 Por eso les decimos, de acuerdo con lo que el Señor Jesús nos enseñó, que los que aún vivamos cuando él venga nos reuniremos con él, después de que se hayan reunido con él los que estaban muertos.
16  Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
16  Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero.
16 El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero.
16 Porque cuando Dios dé la orden por medio del jefe de los ángeles, y oigamos que la trompeta anuncia que el Señor Jesús baja del cielo, los primeros en resucitar serán los que antes de morir confiaron en él.
17  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.(A)
17  Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre.
17 Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.
17 Después Dios nos llevará a nosotros, los que estemos vivos en ese momento, y nos reunirá en las nubes con los demás. Allí, todos juntos nos encontraremos con el Señor Jesús, y nos quedaremos con él para siempre.
18  Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
18  Por tanto, confortaos unos a otros con estas palabras.
18 Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.

18 Así que, anímense los unos a los otros con estas enseñanzas.