RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
Un buen soldado de Jesucristo
Tú, pues, hijo mío,
esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
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1 Tú,
pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay
en Cristo Jesús.
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1 Así que tú, hijo mío, fortalécete por la
gracia que tenemos en Cristo Jesús.
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1 Hijo mío, Dios te ama mucho porque has creído
en Jesucristo. Pídele fuerzas para soportar cualquier cosa.
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2 Lo que
has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros.
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2 Y lo
que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres
fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
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2 Lo que me has oído decir en presencia de
muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez
estén capacitados para enseñar a otros.
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2 Tú has oído lo que les he enseñado a muchas
personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo a cristianos en los que puedas
confiar, y que sean capaces de enseñar a otros.
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3 Tú,
pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
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3 Sufre
penalidades conmigo, como buen soldado
de Cristo Jesús.
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3 Comparte nuestros sufrimientos, como buen
soldado de Cristo Jesús.
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3 Tú, como buen soldado de Jesucristo, debes
estar dispuesto a sufrir por él.
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4 Ninguno
que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que
lo tomó por soldado.
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4 Ningún
soldado en servicio activo se enreda en los negocios de la vida diaria, a fin
de poder agradar al que lo reclutó como soldado.
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4 Ningún soldado que quiera agradar a su
superior se enreda en cuestiones civiles.
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4 Los soldados que tratan de agradar a sus jefes
no se interesan por ninguna otra cosa que no sea el ejército.
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5 Y
también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
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5 Y
también el que compite como atleta, no gana el premio si no compite de
acuerdo con las reglas.
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5 Así mismo, el atleta no recibe la corona de
vencedor si no compite según el reglamento.
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5 De igual manera, el atleta que participa en una
carrera no puede ganar el premio si no obedece las reglas de la competencia.
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6 El
labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
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6 El
labrador que trabaja debe ser el primero en recibir su parte de los frutos.
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6 El labrador que trabaja duro tiene derecho a
recibir primero parte de la cosecha.
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6 Y el que cultiva la tierra tiene que
trabajarla antes de poder disfrutar de la cosecha.
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7
Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.
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7
Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo.
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7 Reflexiona en lo que te digo, y el Señor te
dará una mayor comprensión de todo esto.
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7 Piensa en estas cosas, y el Señor Jesucristo
te ayudará a entenderlo todo.
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8
Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los
muertos conforme a mi evangelio,
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8
Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente
de David, conforme a mi evangelio;
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8 No dejes de recordar a Jesucristo,
descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio,
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8 ¡Acuérdate de Jesucristo! Según la buena
noticia que yo enseño, Jesús era de la familia del rey David; y aun cuando
murió, resucitó.
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9 en el
cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra
de Dios no está presa.
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9 por el
cual sufro penalidades, hasta el encarcelamiento como un malhechor; pero la
palabra de Dios no está presa.
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9 por el que sufro al extremo de llevar cadenas
como un criminal. Pero la palabra de Dios no está encadenada.
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9 Por anunciar esa buena noticia sufro mucho y
estoy en la cárcel; me tienen encadenado, como si fuera yo un criminal. Pero
el mensaje de Dios no está encadenado.
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10 Por
tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también
obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.
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10 Por
tanto, todo lo soporto por amor a los escogidos, para que también ellos
obtengan la salvación que está en
Cristo Jesús, y con ella gloria eterna.
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10 Así que todo lo soporto por el bien de los
elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que
tenemos en Cristo Jesús.
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10 Por esa razón soporto toda clase de
sufrimientos, para que los que Dios ha elegido se salven y reciban la vida
eterna que Cristo ofrece junto a Dios.
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11 Palabra
fiel es esta:
Si somos muertos con él,
también viviremos con él;
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11 Palabra
fiel es ésta : Que si morimos con El,
también viviremos con El;
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11 Este mensaje es digno de crédito: Si morimos
con él, también viviremos con él;
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11 Esto es verdad: Si morimos por Cristo, también
viviremos con él.
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12 Si
sufrimos, también reinaremos con él;
Si le negáremos, él también
nos negará.(A)
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12 si
perseveramos, también reinaremos con El; si le negamos, El también nos
negará;
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12 si resistimos, también reinaremos con él. Si
lo negamos, también él nos negará;
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12 Si soportamos los sufrimientos, compartiremos
su reinado. Si decimos que no lo conocemos, también él dirá que no nos
conoce.
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13 Si
fuéremos infieles, él permanece fiel;
El no puede negarse a sí
mismo.
Un obrero aprobado
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13 si
somos infieles, El permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo.
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13 si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya
que no puede negarse a sí mismo.
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13 Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece
fiel; porque él jamás rompe su promesa.
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14
Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan
sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de
los oyentes.
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14
Recuérdales esto, encargándoles
solemnemente en la presencia de Dios, que no contiendan sobre
palabras, lo cual para nada aprovecha y lleva a los oyentes a la ruina.
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14
Un obrero aprobado por Dios
No dejes de recordarles esto. Adviérteles delante de Dios que eviten
las discusiones inútiles, pues no sirven nada más que para destruir a los
oyentes.
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14 No dejes que nadie olvide estas cosas. Pon a
Dios como testigo, y advierte a los miembros de la iglesia que no deben
seguir discutiendo. Esas discusiones no ayudan a nadie, y dañan a quienes las
oyen.
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15 Procura
con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
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15 Procura
con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra
de verdad.
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15 Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la
palabra de verdad.
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15 Haz todo lo posible por ganarte la aprobación
de Dios. Así, Dios te aprobará como un trabajador que no tiene de qué
avergonzarse, y que enseña correctamente el mensaje verdadero.
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16 Mas
evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la
impiedad.
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16 Evita
las palabrerías vacías y profanas,
porque los dados a ellas, conducirán
más y más a la impiedad,
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16 Evita las palabrerías profanas, porque los que
se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa,
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16 No prestes atención a las discusiones de los
que no creen en Dios, pues eso no sirve de nada. Los que así discuten, van de
mal en peor,
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17 Y su
palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto,
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17 y su
palabra se extenderá como gangrena; entre los cuales están Himeneo y Fileto,
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17 y sus enseñanzas se extienden como gangrena.
Entre ellos están Himeneo y Fileto,
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17 y sus malas enseñanzas se van extendiendo,
como el cáncer. Así también lo han hecho Himeneo y Fileto.
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18 que se
desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y
trastornan la fe de algunos.
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18 que se
han desviado de la verdad diciendo que la resurrección ya tuvo lugar,
trastornando así la fe de algunos.
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18 que se han desviado de la verdad. Andan
diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, y así trastornan la fe de
algunos.
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18 Ellos afirman que ya hemos resucitado, pero
eso no es verdad, y lo único que logran es confundir a los creyentes.
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19 Pero el
fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que
son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo.
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19 No
obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello:
El Señor conoce a los que son suyos, y: Que se aparte de la iniquidad todo
aquel que menciona el nombre del Señor.
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19 A pesar de todo, el fundamento de Dios es
sólido y se mantiene firme, pues está sellado con esta inscripción: «El Señor
conoce a los suyos»,[a] y
esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del
Señor».[b]
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19 Pero podemos estar seguros de lo que hemos
creído. Porque lo que Dios nos ha enseñado es como la sólida base de un
edificio, en donde está escrito lo siguiente: «Dios sabe quiénes son suyos»,
y también: «Que todos los que adoran a Dios dejen de hacer el mal.»
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20 Pero en
una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también
de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.
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20 Ahora
bien, en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también
de madera y de barro, y unos para honra y otros para deshonra.
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20 En una casa grande no sólo hay vasos de oro y
de plata sino también de madera y de barro, unos para los usos más nobles y
otros para los usos más bajos.
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20 En la casa de un hombre rico no todo es de oro
o de plata, sino que algunos objetos son de madera o de barro. Unos sirven
para ocasiones especiales, y otros para usarlos todos los días.
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21 Así
que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra,
santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
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21 Por
tanto, si alguno se limpia de estas cosas
, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para
toda buena obra.
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21 Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser
un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra
buena.
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21 Algo parecido pasa con nosotros: si dejamos de
hacer lo malo y nos olvidamos de las falsas enseñanzas, seremos como esos
objetos útiles y muy especiales. Toda nuestra vida le será útil a Dios, que
es su dueño, y estaremos preparados para hacer toda clase de bien.
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22 Huye
también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
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22 Huye,
pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un
corazón puro.
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22 Huye de las malas pasiones de la juventud, y
esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que
invocan al Señor con un corazón limpio.
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22 No te dejes llevar por las tentaciones propias
de tu edad. Tú eres joven, así que aléjate de esas cosas y dedícate a hacer
el bien. Busca la justicia, el amor y la paz, y únete a los que, con toda
sinceridad, adoran a Dios y confían en él.
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23 Pero
desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran
contiendas.
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23 Pero
rechaza los razonamientos necios e ignorantes, sabiendo que producen
altercados.
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23 No tengas nada que ver con discusiones necias
y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos.
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23 No prestes atención a discusiones que no
ayudan en nada. Los que así discuten siempre terminan peleando.
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24 Porque
el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto
para enseñar, sufrido;
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24 Y el siervo
del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para
enseñar, sufrido,
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24 Y un siervo del Señor no debe andar peleando;
más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a
irritarse.
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24 Un servidor de Dios no debe andar en peleas.
Al contrario, debe ser bueno con todos, saber enseñar, y tener mucha
paciencia.
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25 que con
mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad,
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25
corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da
el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad,
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25 Así, humildemente, debe corregir a los
adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para
conocer la verdad,
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25 Y cuando corrijas a tus enemigos, hazlo con
humildad. Tal vez Dios les dé la oportunidad de arrepentirse y de conocer la
verdad.
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26 y
escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
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26 y
volviendo en sí, escapen del lazo del
diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer
su voluntad.
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26 de modo que se despierten y escapen de la
trampa en que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad.
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26 Se darán cuenta entonces de que cayeron en una
trampa del diablo, y lograrán escapar. Por el momento, el diablo los tiene
prisioneros y hace con ellos lo que quiere.
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Martes 15/10/2013 2 Timoteo 2:1-26
2 Timoteo 2:1-26