RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1 Todos
los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de
todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina.
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1 Todos
los que están bajo yugo como esclavos, consideren a sus propios amos como
dignos de todo honor, para que el nombre de Dios y nuestra doctrina no sean blasfemados.
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1 Todos los que aún son esclavos deben reconocer
que sus amos merecen todo respeto; así evitarán que se hable mal del nombre
de Dios y de nuestra enseñanza.
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1 Los miembros de la iglesia que aún sean
esclavos deben respetar en todo a sus amos, para que nadie hable mal de Dios
ni de las enseñanzas cristianas.
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2 Y los
que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino
sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de
su buen servicio. Esto enseña y exhorta.
Piedad y contentamiento
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2 Y los
que tienen amos que son creyentes, no
les falten el respeto, porque son hermanos, sino sírvanles aún mejor, ya que
son creyentes y amados los que se benefician de su servicio. Enseña y predica
estos principios.
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2 Los que tienen amos creyentes no deben
faltarles al respeto por ser hermanos. Al contrario, deben servirles todavía
mejor, porque los que se benefician de sus servicios son creyentes y hermanos
queridos. Esto es lo que debes enseñar y recomendar.
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2 Y los que tengan amos cristianos no deben
dejar de obedecerlos sólo porque ambos son cristianos. Al contrario, deben
hacer bien su trabajo, y aún mejor, pues lo están haciendo para alguien a
quien aprecian y que también confía en Dios. A los miembros de la iglesia, y
a sus líderes, enséñales que deben obedecer lo que te voy a decir:
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3 Si
alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro
Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
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3 Si
alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras,
las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que
es conforme a la piedad,
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3
El amor al dinero
Si alguien enseña falsas doctrinas, apartándose de la sana enseñanza
de nuestro Señor Jesucristo y de la doctrina que se ciñe a la verdadera
religión,[a]
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3 Si alguien enseña algo que no va de acuerdo
con las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, ni con la verdadera religión
cristiana,
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4 está
envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de
palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
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4 está
envanecido y nada entiende, sino que
tiene un interés morboso en discusiones y contiendas de palabras, de las
cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,
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4 es un obstinado que nada entiende. Ese tal
padece del afán enfermizo de provocar discusiones inútiles que generan
envidias, discordias, insultos, suspicacias
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4 es un orgulloso que no sabe nada, y que tiene
la mala costumbre de discutir sobre el significado de ciertas palabras. Con
esto sólo causa envidias, enojos, insultos, desconfianza
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5
disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la
verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
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5 y
constantes rencillas entre hombres de mente depravada, que están privados de
la verdad, que suponen que la piedad es un medio de ganancia.
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5 y altercados entre personas de mente
depravada, carentes de la verdad. Éste es de los que piensan que la religión
es un medio de obtener ganancias.
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5 y peleas en todo momento. Los que hacen eso no
son capaces de pensar bien ni conocen la verdad; piensan que, por medio de la
religión, pueden ganar mucho dinero.
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6 Pero
gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
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6 Pero la
piedad, en efecto, es un medio de gran
ganancia cuando va acompañada de
contentamiento.
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6 Es cierto que con la verdadera religión se
obtienen grandes ganancias, pero sólo si uno está satisfecho con lo que
tiene.
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6 Por supuesto, la religión cristiana hace que
nuestra vida sea mucho mejor, pero sólo cuando uno está contento con lo que
tiene.
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7 porque
nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
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7 Porque
nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él.
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7 Porque nada trajimos a este mundo, y nada
podemos llevarnos.
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7 Porque, cuando nacimos no trajimos nada al mundo,
y cuando muramos tampoco podremos llevarnos nada.
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8 Así
que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
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8 Y si
tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.
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8 Así que, si tenemos ropa y comida,
contentémonos con eso.
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8 Así que debemos estar contentos de que tenemos
ropa y comida.
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9 Porque
los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias
necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
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9 Pero
los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos
necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
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9 Los que quieren enriquecerse caen en la
tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos
y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción.
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9 Pero los que sólo piensan en ser ricos caen en
las trampas de Satanás. Son tentados a hacer cosas tontas y perjudiciales,
que terminan por destruirlos totalmente.
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10 porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
La buena batalla de la fe
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10 Porque
la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo
algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.
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10 Porque el amor al dinero es la raíz de toda
clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han
causado muchísimos sinsabores.
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10 Porque todos los males comienzan cuando sólo
se piensa en el dinero. Por el deseo de amontonarlo, muchos se olvidaron de
obedecer a Dios y acabaron por tener muchos problemas y sufrimientos.
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11 Mas tú,
oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe,
el amor, la paciencia, la mansedumbre.
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11 Pero
tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad,
la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
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11
Encargo de Pablo a Timoteo
Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en
seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad.
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11 Pero tú, Timoteo, estás al servicio de Dios.
Por eso, aléjate de todo lo malo. Trata siempre de obedecer a Dios y de ser
un buen discípulo de Jesucristo. No dejes de confiar en él, y ama a todos los
hermanos de la iglesia. Cuando enfrentes dificultades, ten paciencia y sé
amable con los demás.
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12 Pelea
la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo
fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
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12 Pelea
la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste
llamado, y de la que hiciste buena
profesión en presencia de muchos testigos.
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12 Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la
vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable
declaración de fe delante de muchos testigos.
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12 Imita al deportista, que se esfuerza por ganar
la competencia: haz todo lo posible por ser un buen discípulo de Jesucristo,
y recibirás el premio de la vida eterna. Dios te llamó y te prometió esa vida
cuando, delante de mucha gente, anunciaste que habías confiado en Dios.
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13 Te
mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que
dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,(A)
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13 Te
mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que
dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,
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13 Teniendo a Dios por testigo, el cual da vida a
todas las cosas, y a Cristo Jesús, que dio su admirable testimonio delante de
Poncio Pilato, te encargo
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13 Delante de Dios, que creó todo lo que existe,
y delante de Jesucristo, que ante Pilato dio buen testimonio de su confianza
en Dios,
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14 que
guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de
nuestro Señor Jesucristo,
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14 que
guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de
nuestro Señor Jesucristo,
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14 que guardes este mandato sin mancha ni
reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo,
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14 te pido que obedezcas todo lo que te ordeno,
para que nadie pueda acusarte de nada. Haz esto hasta que vuelva nuestro
Señor Jesucristo,
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15 la cual
a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor
de señores,
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15 la cual
manifestará a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de
reyes y Señor de señores;
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15 la cual Dios a su debido tiempo hará que se
cumpla. Al único y bendito Soberano, Rey de reyes y Señor de señores,
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15 quien vendrá en el momento oportuno, cuando
nuestro maravilloso Dios así lo quiera. Porque Dios es el único que gobierna
sobre todos; Dios es el más grande de los reyes y el más poderoso de los
gobernantes.
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16 el
único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno
de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio
sempiterno. Amén.
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16 el
único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún
hombre ha visto ni puede ver. A El sea
la honra y el dominio eterno. Amén.
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16 al único inmortal, que vive en luz
inaccesible, a quien nadie ha visto ni puede ver, a él sea el honor y el
poder eternamente. Amén.
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16 Dios es el único que vive para siempre, y vive
en una luz tan brillante que nadie puede acercarse a él. Nadie lo ha visto ni
puede verlo. ¡El honor y el poder son de él para siempre! Amén.
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17 A los
ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las
riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas
las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
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17 A los
ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza
en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da
abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
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17 A los ricos de este mundo, mándales que no
sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan
inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo
disfrutemos.
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17 Adviérteles a los ricos de este mundo que no
sean orgullosos ni confíen en sus riquezas, porque es muy fácil perder todo
lo que se tiene. Al contrario, diles que confíen en Dios, pues él es bueno, y
nos da todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos.
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18 Que
hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
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18 Enséñales que hagan bien, que sean ricos en
buenas obras, generosos y prontos a compartir,
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18 Mándales que hagan el bien, que sean ricos en
buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen.
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18 Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos
en buenas acciones. Recuérdales que deben dar y compartir lo que tienen.
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19
atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano
de la vida eterna.
Encargo final de Pablo a Timoteo
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19
acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro,
para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.
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19 De este modo atesorarán para sí un seguro
caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera.
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19 Así tendrán un tesoro que, en el futuro,
seguramente les permitirá disfrutar de la vida eterna.
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20 Oh
Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas
sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia,
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20 Oh
Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que
falsamente se llama ciencia,
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20 Timoteo, ¡cuida bien lo que se te ha confiado!
Evita las discusiones profanas e inútiles, y los argumentos de la falsa
ciencia.
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20 Timoteo, ¡trata de hacer bien tu trabajo! No
prestes atención a lo que dicen los que no creen en Cristo, ni a los que
critican nuestras enseñanzas y afirman tener la verdad.
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21 la cual
profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.
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21 la cual
profesándola algunos, se han desviado de la fe. La gracia sea con vosotros.
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21 Algunos, por abrazarla, se han desviado de la
fe. Que la gracia sea con ustedes.
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21 Por hacerles caso, algunos ya han dejado de
confiar en Dios. Yo le pido a Dios que a ustedes los llene de su amor.
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Sábado 12/10/2013 1 Timoteo 6:1-21
1 Timoteo 6:1-21