Jueves 14/11/2013 Santiago 2:1-26

Santiago 2:1-26

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

Amonestación contra la parcialidad
  Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.
1  Hermanos míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de favoritismo.
1
Prohibición del favoritismo
Hermanos míos, la fe que tienen en nuestro glorioso Señor Jesucristo no debe dar lugar a favoritismos.
1 Hermanos míos, ustedes han confiado en nuestro poderoso Señor Jesucristo, así que no deben tratar a unas personas mejor que a otras.
2  Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso,
2  Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia,
2 Supongamos que en el lugar donde se reúnen entra un hombre con anillo de oro y ropa elegante, y entra también un pobre desharrapado.
2 Imagínense que un rico, vestido con ropa muy fina y con un anillo de oro, entra en donde ustedes se reúnen, y que al mismo tiempo entra un pobre, vestido con ropa muy gastada.
3  y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;
3  y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate junto a mi estrado;
3 Si atienden bien al que lleva ropa elegante y le dicen: «Siéntese usted aquí, en este lugar cómodo», pero al pobre le dicen: «Quédate ahí de pie» o «Siéntate en el suelo, a mis pies»,
3 Si ustedes atienden mejor al rico y le dicen: «Ven, siéntate en el mejor lugar», pero al pobre le dicen: «Quédate allí de pie», o «Siéntate en el suelo»,
4  ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
4  ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos?
4 ¿acaso no hacen discriminación entre ustedes, juzgando con malas intenciones?
4 serán como los malos jueces, que favorecen a unos más que a otros.
5  Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
5  Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?
5 Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres según el mundo para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?
5 Escúchenme bien, hermanos queridos: Dios eligió a la gente pobre de este mundo para que la confianza en Dios sea su verdadera riqueza, y para que reciban el reino que él ha prometido a los que lo aman.
6  Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales?
6  Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales?
6 ¡Pero ustedes han menospreciado al pobre! ¿No son los ricos quienes los explotan a ustedes y los arrastran ante los tribunales?
6 ¿Cómo se atreven ustedes a maltratar y despreciar a los pobres? ¿Acaso no son los ricos quienes los maltratan a ustedes y los meten en la cárcel?
7  ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?
7  ¿No blasfeman ellos el buen nombre por el cual habéis sido llamados?
7 ¿No son ellos los que blasfeman el buen nombre de aquel a quien ustedes pertenecen?
7 ¿Acaso no son los ricos los que insultan a nuestro Señor?
8  Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo,(A) bien hacéis;
8  Si en verdad cumplís la ley real conforme a la Escritura: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO, bien hacéis.
8 Hacen muy bien si de veras cumplen la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»;[a]
8 Si ustedes obedecen el mandamiento más importante que Dios nos ha dado, harán muy bien. Ese mandamiento dice: «Recuerden que cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.»
9  pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.
9  Pero si mostráis favoritismo, cometéis pecado y sois hallados culpables por la ley como transgresores.
9 pero si muestran algún favoritismo, pecan y son culpables, pues la misma ley los acusa de ser transgresores.
9 Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas, y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.
10  Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
10  Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos.
10 Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda.
10 Si ustedes obedecen todas las leyes, menos una de ellas, es lo mismo que si desobedecieran todas.
11  Porque el que dijo: No cometerás adulterio,(B) también ha dicho: No matarás.(C) Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley.
11  Pues el que dijo: NO COMETAS ADULTERIO, también dijo: NO MATES. Ahora bien, si tú no cometes adulterio, pero matas, te has convertido en transgresor de la ley.
11 Pues el que dijo: «No cometas adulterio»,[b] también dijo: «No mates.»[c] Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley.
11 Porque el mismo Dios que dijo: «No sean infieles en su matrimonio», también dijo: «No maten». Por eso, si tú eres fiel en el matrimonio, pero matas, eres culpable de haber desobedecido la ley de Dios.
12  Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
12  Así hablad y así proceded, como los que han de ser juzgados por la ley de la libertad.
12 Hablen y pórtense como quienes han de ser juzgados por la ley que nos da libertad,
12 En el día del juicio, Dios nos juzgará de acuerdo con la ley que nos libera del pecado. Por eso, debemos tener mucho cuidado en todo lo que hacemos y decimos.
13  Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.

La fe sin obras es muerta

13  Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia; la misericordia triunfa sobre el juicio.
13 porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa en el juicio!
13 Porque Dios no tendrá compasión de quienes no se compadecieron de otros. Pero los que tuvieron compasión de otros, saldrán bien del juicio.
14  Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
14  ¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarle?
14
La fe y las obras
Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?
14 Hermanos en Cristo, ¿de qué sirve que algunos de ustedes digan que son fieles a Dios, si no hacen nada bueno para demostrarlo? ¡Así no se van a salvar!
15  Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
15  Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario,
15 Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario,
15 Si alguien no tiene ropa ni comida,
16  y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
16  y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve?
16 y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse», pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?
16 y tú no le das lo que necesita para abrigarse y comer bien, de nada le sirve que tú le digas «Que te vaya bien, abrígate y come hasta que te llenes».
17  Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
17  Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.
17 Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta.
17 Lo mismo pasa con la fidelidad a Dios: de nada nos sirve decir que le somos fieles, si no hacemos nada que lo demuestre. Esa clase de fidelidad está muerta.
18  Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
18  Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
18 Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras.
18 A los que dicen que son fieles a Dios, pero no hacen lo bueno, yo les podría decir: «Tú dices que eres fiel a Dios, y yo hago lo que es bueno. Demuéstrame que es posible ser fiel a Dios sin tener que hacer lo bueno, y yo te demostraré que soy fiel a Dios por medio del bien que hago.
19  Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
19  Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.
19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan.
19 Tú crees que existe un solo Dios. ¡Muy bien! Pero hasta los demonios creen en él y tiemblan de miedo.
20  ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
20  Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril?
20 ¡Qué tonto eres! ¿Quieres convencerte de que la fe sin obras es estéril?[d]
20 No seas tonto. Debes aceptar que de nada te sirve decir que eres fiel a Dios y confiar en él, si no haces lo bueno.
21  ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?(D)
21  ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar?
21 ¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac?
21 Nuestro antepasado Abraham agradó a Dios cuando puso a su hijo Isaac sobre el altar, para sacrificarlo. Y Dios lo aceptó por eso.
22  ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?
22  Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada;
22 Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo.
22 La confianza que Abraham tuvo en Dios se demostró con todo lo que hizo, y por medio de todo lo que hizo su confianza llegó a ser perfecta.»
23  Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia,(E) y fue llamado amigo de Dios.(F)
23  y se cumplió la Escritura que dice: Y ABRAHAM CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue llamado amigo de Dios.
23 Así se cumplió la Escritura que dice: «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia»,[e] y fue llamado amigo de Dios.
23 Así se cumplió lo que dice en la Biblia: «Abraham confió en la promesa de Dios, y por eso Dios lo aceptó». Fue así como Abraham se hizo amigo de Dios.
24  Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
24  Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe.
24 Como pueden ver, a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe.
24 Como pueden ver, Dios nos acepta por lo que hacemos, y no sólo por lo que creemos.
25  Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?(G)
25  Y de la misma manera, ¿no fue la ramera Rahab también justificada por las obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
25 De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino?
25 Así le sucedió a Rahab, la prostituta. Dios la aceptó por haber recibido y escondido a los espías en su casa, y por ayudarlos también a escapar por otro camino.
26  Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
26  Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta.
26 Pues como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

26 Así como un cuerpo sin alma está muerto, también la confianza en Dios está muerta si no va acompañada de buenas acciones.