Lunes 25/11/2013 1 Pedro 3

1 Pedro 3:1-22

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

Deberes conyugales
  Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;(A) para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
1  Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres
1
Deberes conyugales
Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras,
1 Ustedes, las esposas, deben obedecer a sus esposos en todo. De esa manera, si ellos no creen en el mensaje de la buena noticia, el comportamiento de ustedes podrá convencerlos,
2  considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
2  al observar vuestra conducta casta y respetuosa.
2 al observar su conducta íntegra y respetuosa.
2 pues verán que ustedes son honestas y que honran a Dios.
3  Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,(B)
3  Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos,
3 Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos.
3 No piensen ustedes que se verán más bellas con peinados exagerados, o con joyas de oro y vestidos lujosos. La belleza no depende de las apariencias, sino de lo que hay en el corazón. Así que, sean ustedes personas tranquilas y amables. Esta belleza nunca desaparece, y es muy valiosa delante de Dios.
4  sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
4  sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
4 Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios.

5  Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;
5  Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.
5 Así se adornaban en tiempos antiguos las santas mujeres que esperaban en Dios, cada una sumisa a su esposo.
5 Así eran algunas mujeres en el pasado: confiaban en Dios y obedecían a sus esposos.
6  como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor;(C) de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
6  Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.
6 Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.
6 Así fue Sara, pues obedecía a Abraham y lo llamaba «señor». Si ustedes hacen el bien y no tienen miedo de nada, serán como ella.
7  Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,(D) dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Una buena conciencia

7  Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
7 De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada,[a] y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.
7 En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Reconozcan que ellas no tienen la fuerza de ustedes, pero que también a ellas Dios les ha prometido la vida eterna. Si ustedes lo hacen así, Dios escuchará sus oraciones.
8  Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
8  En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde;
8
Sufriendo por hacer el bien
En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.
8 En fin, todos ustedes deben vivir en armonía y amarse unos a otros. Pónganse de acuerdo en todo, para que permanezcan unidos. Sean buenos y humildes.
9  no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
9  no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición.
9 No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.
9 Si alguien les hace algo malo, no hagan ustedes lo mismo; si alguien los insulta, no contesten con otro insulto. Al contrario, pídanle a Dios que bendiga a esas personas, pues él los eligió a ustedes para que reciban bendición.
10  Porque:
 El que quiere amar la vida
 Y ver días buenos,
 Refrene su lengua de mal,
 Y sus labios no hablen engaño;
10  Pues EL QUE QUIERE AMAR LA VIDA Y VER DIAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO.
10 En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños;
10 Porque, como dice la Biblia: «Los que de todo corazón deseen vivir y ser felices, deben cuidarse de no mentir y de no hablar mal de otros;
11  Apártese del mal, y haga el bien;
 Busque la paz, y sígala.
11  APARTESE DEL MAL Y HAGA EL BIEN; BUSQUE LA PAZ Y SIGALA.
11 que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga.
11 deben hacer el bien, dejar de hacer el mal y vivir en paz con todos.
12  Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
 Y sus oídos atentos a sus oraciones;
 Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.(E)
12  PORQUE LOS OJOS DEL SEÑOR ESTAN SOBRE LOS JUSTOS, Y SUS OIDOS ATENTOS A SUS ORACIONES; PERO EL ROSTRO DEL SEÑOR ESTA CONTRA LOS QUE HACEN EL MAL.
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.»[b]
12 »Porque el Señor cuida a los que hacen el bien, escucha sus oraciones y está en contra del malvado.»
13  ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?
13  ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno?
13 Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien?
13 ¿Quién puede hacerles mal, si ustedes siempre insisten en hacer el bien? ¡Nadie!
14  Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.(F) Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,
14  Pero aun si sufrís por causa de la justicia, dichosos sois . Y NO OS AMEDRENTEIS POR TEMOR A ELLOS NI OS TURBEIS,
14 ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen,[c] ni se dejen asustar.»[d]
14 Pero si hacen el bien, y aún así tienen que sufrir, Dios los bendecirá. No le tengan miedo a nadie, ni se asusten.
15  sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,(G) y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
15  sino santificad a Cristo como Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia;
15 Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.
15 Honren a Cristo como Señor, y estén siempre dispuestos a explicarle a la gente por qué ustedes confían en Cristo y en sus promesas.
16  teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
16  teniendo buena conciencia, para que en aquello en que sois calumniados, sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo.
16 Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo, se avergüencen de sus calumnias.
16 Pero háganlo con amabilidad y respeto. Pórtense bien, como buenos seguidores de Cristo, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes sientan vergüenza de lo que dicen.
17  Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
17  Pues es mejor padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios, que por hacer el mal.
17 Si es la voluntad de Dios, es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.
17 Si Dios así lo quiere, es mejor que sufran por hacer el bien que por hacer el mal.
18  Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
18  Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu;
18 Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.[e]
18 Porque Cristo murió una vez y para siempre para perdonarnos nuestros pecados. Él era bueno e inocente, y sufrió por los pecadores, para que ustedes pudieran ser amigos de Dios. Los que mataron a Cristo destruyeron su cuerpo, pero él resucitó para vivir como espíritu.
19  en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
19  en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
19 Por medio del Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados,
19 De este modo, fue a anunciar su victoria a los espíritus que estaban presos.
20  los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.(H)
20  quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios esperaba en los días de Noé, durante la construcción del arca, en la cual unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvadas a través del agua.
20 que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella sólo pocas personas, ocho en total, se salvaron mediante el agua,
20 Eran los espíritus de los que desobedecieron a Dios en los tiempos de Noé. Dios esperó con paciencia a que se arrepintieran, mientras Noé construía la barca, pero no lo hicieron. Sólo unos pocos subieron a la barca y se salvaron del diluvio, pues el agua misma llevó a esas ocho personas a lugar seguro.
21  El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,
21  Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva (no quitando la suciedad de la carne, sino como una petición a Dios de una buena conciencia) mediante la resurrección de Jesucristo,
21 la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo,
21 Y esa agua representaba a la que ahora usamos para el bautismo, por medio del cual Dios nos salva. El bautismo verdadero no es para limpiar nuestro cuerpo, sino para pedirle a Dios que nos limpie de pecado, para que no nos sintamos culpables de nada. Y Dios nos salva por medio del bautismo porque Jesucristo resucitó,
22  quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.
22  quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades.
22 quien subió al cielo y tomó su lugar a la derecha de Dios, y a quien están sometidos los ángeles, las autoridades y los poderes.

22 subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios, en el lugar más importante, y gobierna a todos los ángeles y a todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder.