RV60a
|
LBLA
|
NVI
|
TLA
|
1 Porque
la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las
cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente
cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
|
1 Pues ya
que la ley sólo tiene la sombra de los
bienes futuros y no la forma misma de
las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen
continuamente año tras año, hacer perfectos a los que se acercan.
|
1
El sacrificio de Cristo, ofrecido una vez y
para siempre
La ley es sólo una sombra de los bienes venideros, y no la presencia[a] misma de estas realidades. Por eso
nunca puede, mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año
tras año, hacer perfectos a los que adoran.
|
1 La ley de Moisés era sólo una muestra de lo
bueno que Dios nos iba a dar, y no lo que en verdad nos daría. Por eso, la
ley nunca puede hacer perfectos a los que, cada año, van al santuario a
ofrecer a Dios los mismos sacrificios de siempre.
|
2 De otra
manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una
vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.
|
2 De otra
manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya que los adoradores, una vez
purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado?
|
2 De otra manera, ¿no habrían dejado ya de
hacerse sacrificios? Pues los que rinden culto, purificados de una vez por
todas, ya no se habrían sentido culpables de pecado.
|
2 Si en verdad la ley pudiera quitarles el
pecado, no se sentirían culpables y dejarían de ofrecer sacrificios a Dios.
|
3 Pero en
estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;
|
3 Pero en
esos sacrificios hay un recordatorio
de pecados año tras año.
|
3 Pero esos sacrificios son un recordatorio anual
de los pecados,
|
3 Pero sucede lo contrario. Cada año, cuando
ofrecen esos sacrificios, lo único que logran es recordar sus pecados.
|
4 porque
la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
|
4 Porque
es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.
|
4 ya que es imposible que la sangre de los toros
y de los machos cabríos quite los pecados.
|
4 Porque la sangre de los toros y de los chivos
que se sacrifican no puede quitar los pecados.
|
5 Por lo
cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no
quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
|
5 Por lo
cual, al entrar El en el mundo, dice: SACRIFICIO Y OFRENDA NO HAS QUERIDO,
PERO UN CUERPO HAS PREPARADO PARA MI;
|
5 Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo:
«A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas; en su lugar, me preparaste un
cuerpo;
|
5 Por eso, cuando Cristo vino a este mundo, le
dijo a Dios: «Tú no pides sacrificios a cambio de tu perdón; por eso me has
dado un cuerpo.
|
6 Holocaustos
y expiaciones por el pecado no te agradaron.
|
6 EN
HOLOCAUSTOS Y sacrificios POR EL
PECADO NO TE HAS COMPLACIDO.
|
6 no te agradaron ni holocaustos ni sacrificios
por el pecado.
|
|
7 Entonces
dije: He aquí que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro
está escrito de mí.(A)
|
7
ENTONCES DIJE: "HE AQUI, YO HE VENIDO (EN EL ROLLO DEL LIBRO ESTA
ESCRITO DE MI) PARA HACER, OH DIOS, TU VOLUNTAD."
|
7 Por eso dije: “Aquí me tienes —como el libro
dice de mí—. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad.” »[b]
|
7 »Por eso te dije: “Aquí me tienes, para
cumplir tu voluntad. Así me lo enseña la Ley de Moisés.”»
|
8
Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por
el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la
ley),
|
8
Habiendo dicho arriba: SACRIFICIOS Y OFRENDAS Y HOLOCAUSTOS, Y sacrificios POR EL PECADO NO HAS QUERIDO, NI en ellos TE HAS COMPLACIDO (los cuales se
ofrecen según la ley),
|
8 Primero dijo: «Sacrificios y ofrendas,
holocaustos y expiaciones no te complacen ni fueron de tu agrado» (a pesar de
que la ley exigía que se ofrecieran).
|
8 En primer lugar, este salmo dice que Dios no
quiere, ni le gustan, los sacrificios y las ofrendas, ni los animales
quemados sobre el altar, aunque la ley manda que sean presentados.
|
9 y
diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo
primero, para establecer esto último.
|
9
entonces dijo: HE AQUI, YO HE VENIDO PARA HACER TU VOLUNTAD. El quita
lo primero para establecer lo segundo.
|
9 Luego añadió: «Aquí me tienes: He venido a
hacer tu voluntad.» Así quitó lo primero para establecer lo segundo.
|
9 Después de eso, el salmo dice que Cristo vino
a cumplir la voluntad de Dios. Es decir, Cristo quitó aquellos sacrificios
antiguos, y estableció uno nuevo.
|
10 En esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre.
|
10 Por
esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo una vez para siempre.
|
10 Y en virtud de esa voluntad somos santificados
mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para
siempre.
|
10 Dios nos eligió porque Jesucristo obedeció sus
órdenes al morir en la cruz, y ofreció su cuerpo como sacrificio una sola vez
y para siempre.
|
11 Y
ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas
veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;(B)
|
11 Y
ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados;
|
11 Todo sacerdote celebra el culto día tras día
ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar
los pecados.
|
11 Aunque los sacrificios de animales no quitan
el pecado, los sacerdotes judíos siguen ofreciéndolos muchas veces todos los
días.
|
12 pero
Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
|
12 pero
El, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, SE
SENTO A LA DIESTRA DE DIOS,
|
12 Pero este sacerdote, después de ofrecer por
los pecados un solo sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios,
|
12 Pero Jesucristo le ofreció a Dios un solo
sacrificio para siempre, y así nos perdonó nuestros pecados. Luego se sentó a
la derecha del trono de Dios,
|
13 de ahí
en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus
pies;(C)
|
13
esperando de ahí en adelante HASTA QUE SUS ENEMIGOS SEAN PUESTOS POR
ESTRADO DE SUS PIES.
|
13 en espera de que sus enemigos sean puestos por
estrado de sus pies.
|
13 y allí estará esperando, hasta que Dios
derrote a sus enemigos.
|
14 porque
con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
|
14 Porque
por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son
santificados.
|
14 Porque con un solo sacrificio ha hecho
perfectos para siempre a los que está santificando.
|
14 Porque, con un solo sacrificio, Jesucristo
hizo que Dios hiciera perfectos a todos los que eligió para ser parte de su
pueblo.
|
15 Y nos
atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:
|
15 Y
también el Espíritu Santo nos da testimonio; porque después de haber dicho:
|
15 También el Espíritu Santo nos da testimonio de
ello. Primero dice:
|
15 Así lo asegura el Espíritu Santo cuando dice:
|
16 Este
es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días,
dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus
corazones,
Y en sus mentes las
escribiré,(D)
|
16 ESTE ES
EL PACTO QUE HARE CON ELLOS DESPUES DE AQUELLOS DIAS--DICE EL SEÑOR: PONDRE
MIS LEYES EN SU CORAZON, Y EN SU MENTE LAS ESCRIBIRE, añade:
|
16 «Éste es el pacto que haré con ellos después
de aquel tiempo —dice el Señor—: Pondré mis leyes en su corazón, y las
escribiré en su mente.»[c]
|
16 «Por eso, este será mi nuevo pacto con el
pueblo de Israel: haré que mis enseñanzas las aprendan de memoria, y que sean
la guía de su vida.
|
17 añade:
Y nunca más me acordaré de
sus pecados y transgresiones.(E)
|
17 Y NUNCA
MAS ME ACORDARE DE SUS PECADOS E INIQUIDADES.
|
17 Después añade: «Y nunca más me acordaré de sus
pecados y maldades.»[d]
|
17 Y nunca más me acordaré de sus pecados y
maldades.»
|
18 Pues
donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
|
18 Ahora
bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado.
|
18 Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace
falta otro sacrificio por el pecado.
|
18 Por lo tanto, si nuestros pecados han sido
perdonados, ya no es necesario darle a Dios más ofrendas para que nos
perdone.
|
19 Así
que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo,
|
19
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar
Santísimo por la sangre de Jesús,
|
19
Llamada a la perseverancia
Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena
libertad para entrar en el Lugar Santísimo,
|
19 Hermanos, la sangre que Jesús derramó al morir
nos permite ahora tener amistad con Dios, y entrar con toda libertad al lugar
más santo.
|
20 por el
camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
|
20 por un
camino nuevo y vivo que El inauguró para nosotros por medio del velo, es
decir, su carne,
|
20 por el camino nuevo y vivo que él nos ha
abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo;
|
20 Pues cuando Jesús murió, abrió la cortina que
nos impedía el paso. Pero ahora Jesús está vivo, y por medio de él podemos
acercarnos a Dios de un modo nuevo y distinto.
|
21 y
teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
|
21 y
puesto que tenemos un gran sacerdote
sobre la casa de Dios,
|
21 y tenemos además un gran sacerdote al frente
de la familia de Dios.
|
21 Él es nuestro gran sacerdote, encargado del
santuario que está en el cielo.
|
22
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones(F) de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.(G)
|
22
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo
nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con
agua pura.
|
22 Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero
y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una
conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.
|
22 Por eso, mantengamos una amistad sincera con
Dios, teniendo la plena seguridad de que podemos confiar en él. Porque Cristo
nos dejó limpios de pecado, como si nos hubiera lavado con agua pura, y ya
estamos libres de culpa.
|
23
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió.
|
23
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar,
porque fiel es el que prometió;
|
23 Mantengamos firme la esperanza que profesamos,
porque fiel es el que hizo la promesa.
|
23 Sigamos confiando en que Dios nos salvará. No
lo dudemos ni un instante, porque él cumplirá lo que prometió.
|
24 Y considerémonos
unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
|
24 y
consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras,
|
24 Preocupémonos los unos por los otros, a fin de
estimularnos al amor y a las buenas obras.
|
24 Tratemos de ayudarnos unos a otros, y de
amarnos y hacer lo bueno.
|
25 no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Advertencia al que peca deliberadamente
|
25 no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos unos a otros , y mucho
más al ver que el día se acerca.
|
25 No dejemos de congregarnos, como acostumbran
hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que
vemos que aquel día se acerca.
|
25 No dejemos de reunirnos, como hacen algunos.
Al contrario, animémonos cada vez más a seguir confiando en Dios, y más aún
cuando ya vemos que se acerca el día en que el Señor juzgará a todo el mundo.
|
26 Porque
si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la
verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
|
26 Porque
si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el
conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados,
|
26 Si después de recibir el conocimiento de la
verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados.
|
26 Si seguimos pecando después de haber conocido
la verdadera enseñanza de Dios, ningún sacrificio podrá hacer que Dios nos
perdone.
|
27 sino
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a
los adversarios.(H)
|
27 sino
cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE
CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS.
|
27 Sólo queda una terrible expectativa de juicio,
el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios.
|
27 No nos quedaría más remedio que esperar, con
un miedo terrible, el juicio final, que es cuando los enemigos de Dios serán
destruidos con fuego ardiente.
|
28 El que
viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere
irremisiblemente.(I)
|
28
Cualquiera que viola la ley de Moisés muere sin misericordia por el testimonio de dos o tres testigos.
|
28 Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés
moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos.
|
28 Si en un juicio dos testigos afirman que
alguien ha desobedecido la ley de Moisés, los jueces no le tienen compasión a
esa persona y ordenan su muerte.
|
29 ¿Cuánto
mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y
tuviere por inmunda la sangre del pacto(J)
en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
|
29 ¿Cuánto
mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de
Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue
santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?
|
29 ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que
merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del
pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de
la gracia?
|
29 ¡Imagínense entonces el terrible castigo que
recibirán los que desprecian al Hijo de Dios, y los que dicen que su muerte
no sirve para nada! Los que hacen eso insultan al Espíritu de Dios, que los
ama, y menosprecian la muerte de Cristo, es decir, el nuevo pacto por medio
del cual Dios les perdona sus pecados.
|
30 Pues
conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor.(K) Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.(L)
|
30 Pues
conocemos al que dijo: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE. Y otra vez: EL SEÑOR
JUZGARA A SU PUEBLO.
|
30 Pues conocemos al que dijo: «Mía es la
venganza; yo pagaré»;[e] y
también: «El Señor juzgará a su pueblo.»[f]
|
30 Además, como todos sabemos, Dios dijo que él
se vengará de sus enemigos, y que los castigará por todo lo malo que han
hecho. También dijo que juzgará a su pueblo.
|
31
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
|
31
¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!
|
31 ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios
vivo!
|
31 ¡Que terrible debe ser que el Dios de la vida
tenga que castigarnos!
|
32 Pero
traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido
iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
|
32 Pero
recordad los días pasados, cuando después de haber sido iluminados,
soportasteis una gran lucha de padecimientos;
|
32 Recuerden aquellos días pasados cuando
ustedes, después de haber sido iluminados, sostuvieron una dura lucha y
soportaron mucho sufrimiento.
|
32 Recuerden todas las dificultades y los
sufrimientos por los que ustedes pasaron al principio, cuando aceptaron la
buena noticia. A pesar de eso, nunca dejaron de confiar.
|
33 por una
parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos
espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en
una situación semejante.
|
33 por una
parte, siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por
otra, siendo compañeros de los que eran tratados así.
|
33 Unas veces se vieron expuestos públicamente al
insulto y a la persecución; otras veces se solidarizaron con los que eran
tratados de igual manera.
|
33 A muchos de ustedes sus enemigos los
insultaron y los maltrataron delante de la gente, y en otras ocasiones ustedes
sufrieron con quienes eran tratados así.
|
34 Porque
de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes
sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable
herencia en los cielos.
|
34 Porque
tuvisteis compasión de los prisioneros y aceptasteis con gozo el despojo de
vuestros bienes, sabiendo que tenéis para vosotros mismos una mejor y más
duradera posesión.
|
34 También se compadecieron de los encarcelados,
y cuando a ustedes les confiscaron sus bienes, lo aceptaron con alegría,
conscientes de que tenían un patrimonio mejor y más permanente.
|
34 También tuvieron ustedes compasión de los que
estaban en la cárcel, y con alegría dejaron que las autoridades les quitaran
sus pertenencias, porque sabían que en el cielo tienen algo mucho mejor y más
duradero.
|
35 No
perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
|
35 Por
tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa.
|
35 Así que no pierdan la confianza, porque ésta
será grandemente recompensada.
|
35 Por eso, no dejen de confiar en Dios, porque
sólo así recibirán un gran premio.
|
36 porque
os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa.
|
36 Porque
tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de
Dios, obtengáis la promesa.
|
36 Ustedes necesitan perseverar para que, después
de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.
|
36 Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de
confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios
quiere y reciban lo que él les ha prometido.
|
37 Porque
aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá,
y no tardará.
|
37 PORQUE
DENTRO DE MUY POCO TIEMPO, EL QUE HA DE VENIR VENDRA Y NO TARDARA.
|
37 Pues dentro de muy poco tiempo, «el que ha de
venir vendrá, y no tardará.
|
37 Pues Dios dice en la Biblia: «Muy pronto
llegará el que tiene que venir. ¡Ya no tarda!
|
38 Mas
el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no
agradará a mi alma.(M)
|
38 MAS MI
JUSTO VIVIRA POR LA FE; Y SI RETROCEDE, MI ALMA NO SE COMPLACERA EN EL.
|
38 Pero mi justo[g]
vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado.»[h]
|
38 Los que me son fieles en todo y confían en mí
vivirán para siempre. Pero si dejan de serme fieles, no estaré contento con
ellos.»
|
39 Pero
nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que
tienen fe para preservación del alma.
|
39 Pero
nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que
tienen fe para la preservación del alma.
|
39 Pero nosotros no somos de los que se vuelven
atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida.
|
39 Gracias a Dios, nosotros no somos de los que
dejan de ser fieles y acaban siendo castigados, sino que somos de los que
reciben la salvación por confiar en Dios.
|
Miercoles 06/11/2013 Hebreos 10:1-39
Hebreos 10:1-39