Sábado 16/11/2013 Santiago 4

Santiago 4


RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

La amistad con el mundo
  ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
1  ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?
1
Sométanse a Dios
¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?[a]
1 ¿Saben por qué hay guerras y pleitos entre ustedes? ¡Pues porque no saben dominar su egoísmo y su maldad!
2  Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
2  Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener, por eso combatís y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís.
2 Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden.
2 Son tan envidiosos que quisieran tenerlo todo, y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra. ¡Pero ni así pueden conseguir lo que quieren! Ustedes no tienen, porque no se lo piden a Dios.
3  Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
3  Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres.
3 Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.
3 Y cuando piden, lo hacen mal, porque lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos.
4  ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
4  ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
4 ¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.
4 Ustedes no aman a Dios, ni lo obedecen. ¿Pero acaso no saben que hacerse amigo del mundo es volverse enemigo de Dios? ¡Pues así es! Si ustedes aman lo malo del mundo, se vuelven enemigos de Dios.
5  ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
5  ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?
5 ¿O creen que la Escritura dice en vano que Dios ama celosamente al espíritu que hizo morar en nosotros?[b]
5 ¿Acaso no creen que, como dice la Biblia, «Dios nos ama mucho»?
6  Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.(A)
6  Pero El da mayor gracia. Por eso dice: DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
6 Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.»[c]
6 En realidad, Dios nos trata con mucho más amor, como dice la Biblia: «Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes.»
7  Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
7  Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.
7 Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
7 Por eso, obedezcan a Dios. Háganle frente al diablo, y él huirá de ustedes.
8  Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
8  Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!
8 Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado.
9  Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
9  Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza.
9 Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza.
9 Pónganse tristes y lloren de dolor. Dejen de reír y pónganse a llorar, para que Dios vea su arrepentimiento.
10  Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Juzgando al hermano

10  Humillaos en la presencia del Señor y El os exaltará.
10 Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.
10 Sean humildes delante del Señor, y él los premiará.
11  Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
11  Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella.
11 Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez.
11 Hermanos, no hablen mal de los demás. El que habla mal del otro, o lo critica, es como si estuviera criticando a la ley de Dios, o hablando mal de ella. Lo que ustedes deben hacer es obedecer la ley de Dios, no criticarla.
12  Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?

No os gloriéis del día de mañana

12  Sólo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo?
12 No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?
12 Dios es el único juez. Él nos dio la ley, y es el único que puede decir si somos inocentes o culpables. Por eso no tenemos derecho de criticar a los demás.
13  ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
13  Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia.
13
Alarde sobre el mañana
Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero.»
13 Escúchenme, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero.»
14  cuando no sabéis lo que será mañana.(B) Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
14  Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
14 ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece.
14 ¿Cómo pueden hablar así, cuando ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? Su vida es como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece.
15  En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
15  Más bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
15 Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.»
15 Más bien, deberían decir: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello.»
16  Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
16  Pero ahora os jactáis en vuestra arrogancia; toda jactancia semejante es mala.
16 Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala.
16 Sin embargo, a ustedes les gusta hablar con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo.
17  y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
17  A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.
17 Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.

17 Si ustedes saben hacer lo bueno y no lo hacen, ya están pecando.