Judas 1:1-25
RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
Salutación
Judas,(A) siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo,
a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo:
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1 Judas,
siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los llamados, amados en Dios
Padre y guardados para Jesucristo:
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1 Judas, siervo de Jesucristo y hermano de
Jacobo, a los que son amados por Dios el Padre, guardados por[a] Jesucristo y llamados a la salvación:
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1 Yo, Judas, estoy al servicio del Señor
Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios
el Padre ama y ha elegido, y que Jesucristo también cuida.
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2
Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.
Falsas doctrinas y falsos maestros
(2 P. 2.1-17)
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2
Misericordia, paz y amor os sean multiplicados.
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2 Que reciban misericordia, paz y amor en
abundancia.
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2 Deseo que Dios los trate con mucha compasión y
con abundante paz y amor.
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3 Amados,
por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común
salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis
ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
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3 Amados,
por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación,
he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente
por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos.
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3
Pecado y condenación de los impíos
Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la
salvación que tenemos en común, y ahora siento la necesidad de hacerlo para
rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por
todas a los santos.
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3 Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he
querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora les
escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado
para siempre a su pueblo elegido.
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4 Porque
algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido
destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en
libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a
nuestro Señor Jesucristo.
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4 Pues
algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho
antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia
de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor,
Jesucristo.
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4 El problema es que se han infiltrado entre
ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados[b] para condenación. Son impíos que cambian
en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único
Soberano y Señor.
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4 Estoy preocupado, pues hay algunos que se han
colado entre ustedes, y que los han engañado. Ellos dicen que Jesucristo no
es nuestro único Señor y Dueño, y que por eso no debemos obedecerle. Piensan
que, como Dios nos ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos.
Con razón, desde hace mucho tiempo se dice en la Biblia que Dios castigará a
esa gente.
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5 Mas
quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo
salvado al pueblo sacándolo de Egipto,(B)
después destruyó a los que no creyeron.(C)
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5 Ahora
quiero recordaros, aunque ya definitivamente lo sepáis todo, que el Señor,
habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que
no creyeron.
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5 Aunque ustedes ya saben muy bien todo esto,
quiero recordarles que el Señor,[c]
después de liberar de la tierra de Egipto a su pueblo, destruyó a los que no
creían.
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5 Aunque ustedes ya lo saben, quiero recordarles
que Dios, después de sacar de Egipto al pueblo de Israel, destruyó a los que
no creyeron en él.
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6 Y a los
ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada,
los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran
día;
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6 Y a los ángeles que no conservaron su señorío
original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el
juicio del gran día.
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6 Y a los ángeles que no mantuvieron su posición
de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente
encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día.
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6 Así pasó también con los ángeles que
rechazaron y abandonaron el lugar de honor que Dios les había dado. Dios los
tiene atados para siempre con cadenas, y están encerrados en lugares oscuros,
hasta que llegue el gran día del juicio final.
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7 como
Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que
aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron
puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.(D)
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7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades
circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron y
siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del
fuego eterno.
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7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades
vecinas son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego
eterno, por haber practicado, como aquéllos, inmoralidad sexual y vicios
contra la naturaleza.
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7 Algo parecido les sucedió a los que vivían en
Sodoma y Gomorra, y en las ciudades cercanas. Los que vivían allí pecaron y
practicaron todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. Por eso Dios los
castigó y los arrojó al fuego que nunca se apaga, para que sufran allí. Que
esto sirva de advertencia para todos nosotros.
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8 No
obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne,
rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.
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8 No obstante,
de la misma manera también estos hombres, soñando, mancillan la carne,
rechazan la autoridad y blasfeman de las majestades angélicas.
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8 De la misma manera estos individuos, llevados
por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a
los seres celestiales.
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8 Lo mismo les va a pasar a los malvados de
quienes les estoy hablando. Porque con sus locas ideas dañan su cuerpo,
rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles.
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9 Pero
cuando el arcángel Miguel(E)
contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés,(F) no se atrevió a proferir juicio de
maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.(G)
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9 Pero
cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba acerca del
cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él,
sino que dijo: El Señor te reprenda.
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9 Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando
argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a
pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te
reprenda!»
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9 Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se
atrevió a hacer algo así. Cuando Miguel peleaba con el diablo para quitarle
el cuerpo de Moisés, no lo insultó, sino que sólo le dijo: «Que el Señor te
castigue».
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10 Pero
éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza
conocen, se corrompen como animales irracionales.
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10 Mas
éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales
irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos.
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10 Éstos, en cambio, maldicen todo lo que no
entienden; y como animales irracionales, lo que entienden por instinto es
precisamente lo que los corrompe.
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10 Sin embargo, esta gente insulta hasta lo que
no conoce. Se comportan como los animales, que conocen las cosas pero no las
entienden, y por eso terminan destruyéndose a sí mismos.
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11 ¡Ay de
ellos! porque han seguido el camino de Caín,(H)
y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,(I)
y perecieron en la contradicción de Coré.(J)
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11 ¡Ay de
ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por lucro se lanzaron al error
de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré.
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11 ¡Ay de los que siguieron el camino de Caín!
Por ganar dinero se entregaron al error de Balaam y perecieron en la rebelión
de Coré.
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11 ¡Pobre gente! Se portan como Caín. Y por el
afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaam. Son tan
rebeldes que morirán como murió Coré.
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12 Estos
son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se
apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los
vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
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12 Estos
son escollos ocultos en vuestros ágapes, cuando banquetean con vosotros sin
temor, apacentándose a sí mismos; son
nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos
veces muertos y desarraigados;
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12 Estos individuos son un peligro oculto:[d] sin ningún respeto convierten en
parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran. Buscan sólo su
propio provecho.[e] Son
nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto cuando
debieran darlo; están doblemente muertos, arrancados de raíz.
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12 Es una vergüenza que esas personas vayan a sus
fiestas de amor, pues comen y beben sin ningún respeto. Son líderes que sólo
se preocupan de ellos mismos. Son como nubes sin agua, que el viento lleva de
un lado a otro. Se parecen a los árboles que no dan fruto, pues han sido
arrancados de raíz y están totalmente muertos.
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13 fieras
ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las
cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
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13 son olas furiosas del mar, que arrojan como
espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la oscuridad de
las tinieblas ha sido reservada para siempre.
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13 Son violentas olas del mar, que arrojan la
espuma de sus actos vergonzosos. Son estrellas fugaces, para quienes está
reservada eternamente la más densa oscuridad.
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13 Son gente violenta. Todos pueden ver lo malo
que hacen, pues sus maldades son como la espuma de las violentas olas del
mar. Son como estrellas perdidas, condenadas a viajar siempre en la más
terrible oscuridad.
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14 De
éstos también profetizó Enoc,(K)
séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas
de millares,
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14 De
éstos también profetizó Enoc, en la
séptima generación desde Adán,
diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos,
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14 También Enoc, el séptimo patriarca a partir de
Adán, profetizó acerca de ellos: «Miren, el Señor viene con millares y
millares de sus ángeles[f]
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14 Hace ya mucho tiempo Enoc, que fue el séptimo
hombre después de Adán, habló de esta gente y dijo: «Miren, Dios viene
acompañado de miles y miles de sus ángeles.
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15 para
hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus
obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los
pecadores impíos han hablado contra él.
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15 para
ejecutar juicio sobre todos, y para condenar a todos los impíos de todas sus
obras de impiedad, que han hecho impíamente, y de todas las cosas ofensivas
que pecadores impíos dijeron contra El.
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15 para someter a juicio a todos y para reprender
a todos los pecadores impíos por todas las malas obras que han cometido, y
por todas las injurias que han proferido contra él.»
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15 Viene para castigar a todos los que hicieron
el mal, y castigará a todos los pecadores que lo insultaron.»
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16 Estos
son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca
habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.
Amonestaciones y exhortaciones
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16 Estos
son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones; hablan con arrogancia, adulando a la gente
para obtener beneficio.
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16 Estos individuos son refunfuñadores y
criticones; se dejan llevar por sus propias pasiones; hablan con arrogancia y
adulan a los demás para sacar ventaja.
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16 Esta gente se queja de todo, y lo critica
todo. Sólo quiere que se cumplan sus deseos egoístas. Habla con orgullo, y
cuando habla bien de los demás, lo hace sólo para aprovecharse de ellos.
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17 Pero
vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por
los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;
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17 Pero
vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los
apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,
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17
Exhortación a la perseverancia
Ustedes, queridos hermanos, recuerden el mensaje anunciado
anteriormente por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
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17 Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de
lo que ya les habían dicho los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
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18 los que
os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus
malvados deseos.(L)
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18 quienes
os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias
pasiones impías.
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18 Ellos les decían: «En los últimos tiempos
habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías.»
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18 Ellos les enseñaron que, en los últimos
tiempos, habría gente burlona, que se dejaría controlar por sus malos deseos.
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19 Estos
son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.
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19 Estos
son los que causan divisiones; individuos
mundanos que no tienen el Espíritu.
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19 Éstos son los que causan divisiones y se dejan
llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.
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19 Es esta clase de gente la que los obliga a
pelearse y a dividirse, pues hace lo que quiere y no tiene el Espíritu de
Dios.
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20 Pero
vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el
Espíritu Santo,
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20 Pero
vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu
Santo,
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20 Ustedes, en cambio, queridos hermanos,
manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe
y orando en el Espíritu Santo,
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20 Pero ustedes, queridos hermanos, sigan
confiando siempre en Dios. Esa confianza es muy especial. Cuando oren, dejen
que el Espíritu Santo les diga lo que deben decir.
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21
conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro
Señor Jesucristo para vida eterna.
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21
conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia
de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
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21 mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo,
en su misericordia, les conceda vida eterna.
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21 Confíen todo el tiempo en el amor de Dios, y
esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo nos dará la vida eterna, pues
él también nos ama mucho.
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22 A
algunos que dudan, convencedlos.
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22 Y tened
misericordia de algunos que dudan;
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22 Tengan compasión de los que dudan;
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22 Ayuden con amor a los que no están del todo
seguros de su salvación.
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23 A otros
salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor,
aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
Doxología
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23 a
otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con
temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne.
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23 a otros, sálvenlos arrebatándolos del fuego.
Compadézcanse de los demás, pero tengan cuidado; aborrezcan hasta la ropa que
haya sido contaminada por su cuerpo.
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23 Rescaten a los que necesitan salvarse del
infierno, y tengan compasión de los que necesitan ser compadecidos. Pero
tengan mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen.
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24 Y a
aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha
delante de su gloria con gran alegría,
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24 Y a
aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha
en presencia de su gloria con gran alegría,
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24
Doxología
¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no
caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa
presencia,
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24 Dios puede cuidarlos para que no hagan el mal,
y también tiene poder para que ustedes puedan presentarse ante él sin pecado.
Se presentarán ante él llenos de alegría, y limpios y sin mancha, como un
vestido nuevo.
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25 al
único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y
potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
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25 al
único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad,
antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén.
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25 sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad,
por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y
para siempre! Amén.
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25 Por eso, alaben a Dios nuestro Salvador. Por
medio de nuestro Señor Jesucristo reconozcan su grandeza, poder y autoridad.
Alabemos a Dios por todo esto ahora y siempre. Amén.
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