Jueves 12/12/2013 Judas 1.

Judas 1:1-25

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

Salutación
  Judas,(A) siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo:
1  Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo:
1 Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, a los que son amados por Dios el Padre, guardados por[a] Jesucristo y llamados a la salvación:
1 Yo, Judas, estoy al servicio del Señor Jesucristo y soy hermano de Santiago. Escribo esta carta a todos los que Dios el Padre ama y ha elegido, y que Jesucristo también cuida.
2  Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.

Falsas doctrinas y falsos maestros
(2 P. 2.1-17)

2  Misericordia, paz y amor os sean multiplicados.
2 Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia.
2 Deseo que Dios los trate con mucha compasión y con abundante paz y amor.
3  Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
3  Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos.
3
Pecado y condenación de los impíos
Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, y ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos.
3 Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para siempre a su pueblo elegido.
4  Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
4  Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.
4 El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados[b] para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.
4 Estoy preocupado, pues hay algunos que se han colado entre ustedes, y que los han engañado. Ellos dicen que Jesucristo no es nuestro único Señor y Dueño, y que por eso no debemos obedecerle. Piensan que, como Dios nos ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos. Con razón, desde hace mucho tiempo se dice en la Biblia que Dios castigará a esa gente.
5  Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto,(B) después destruyó a los que no creyeron.(C)
5  Ahora quiero recordaros, aunque ya definitivamente lo sepáis todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que no creyeron.
5 Aunque ustedes ya saben muy bien todo esto, quiero recordarles que el Señor,[c] después de liberar de la tierra de Egipto a su pueblo, destruyó a los que no creían.
5 Aunque ustedes ya lo saben, quiero recordarles que Dios, después de sacar de Egipto al pueblo de Israel, destruyó a los que no creyeron en él.
6  Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día;
6  Y a los ángeles que no conservaron su señorío original, sino que abandonaron su morada legítima, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas para el juicio del gran día.
6 Y a los ángeles que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día.
6 Así pasó también con los ángeles que rechazaron y abandonaron el lugar de honor que Dios les había dado. Dios los tiene atados para siempre con cadenas, y están encerrados en lugares oscuros, hasta que llegue el gran día del juicio final.
7  como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.(D)
7  Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquéllos, puesto que ellas se corrompieron y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.
7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas son puestas como escarmiento, al sufrir el castigo de un fuego eterno, por haber practicado, como aquéllos, inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza.
7 Algo parecido les sucedió a los que vivían en Sodoma y Gomorra, y en las ciudades cercanas. Los que vivían allí pecaron y practicaron todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. Por eso Dios los castigó y los arrojó al fuego que nunca se apaga, para que sufran allí. Que esto sirva de advertencia para todos nosotros.
8  No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.
8  No obstante, de la misma manera también estos hombres, soñando, mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las majestades angélicas.
8 De la misma manera estos individuos, llevados por sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian la autoridad y maldicen a los seres celestiales.
8 Lo mismo les va a pasar a los malvados de quienes les estoy hablando. Porque con sus locas ideas dañan su cuerpo, rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles.
9  Pero cuando el arcángel Miguel(E) contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés,(F) no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.(G)
9  Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
9 Ni siquiera el arcángel Miguel, cuando argumentaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, se atrevió a pronunciar contra él un juicio de maldición, sino que dijo: «¡Que el Señor te reprenda!»
9 Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se atrevió a hacer algo así. Cuando Miguel peleaba con el diablo para quitarle el cuerpo de Moisés, no lo insultó, sino que sólo le dijo: «Que el Señor te castigue».
10  Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.
10  Mas éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos.
10 Éstos, en cambio, maldicen todo lo que no entienden; y como animales irracionales, lo que entienden por instinto es precisamente lo que los corrompe.
10 Sin embargo, esta gente insulta hasta lo que no conoce. Se comportan como los animales, que conocen las cosas pero no las entienden, y por eso terminan destruyéndose a sí mismos.
11  ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín,(H) y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,(I) y perecieron en la contradicción de Coré.(J)
11  ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por lucro se lanzaron al error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré.
11 ¡Ay de los que siguieron el camino de Caín! Por ganar dinero se entregaron al error de Balaam y perecieron en la rebelión de Coré.
11 ¡Pobre gente! Se portan como Caín. Y por el afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaam. Son tan rebeldes que morirán como murió Coré.
12  Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
12  Estos son escollos ocultos en vuestros ágapes, cuando banquetean con vosotros sin temor, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
12 Estos individuos son un peligro oculto:[d] sin ningún respeto convierten en parrandas las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran. Buscan sólo su propio provecho.[e] Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto cuando debieran darlo; están doblemente muertos, arrancados de raíz.
12 Es una vergüenza que esas personas vayan a sus fiestas de amor, pues comen y beben sin ningún respeto. Son líderes que sólo se preocupan de ellos mismos. Son como nubes sin agua, que el viento lleva de un lado a otro. Se parecen a los árboles que no dan fruto, pues han sido arrancados de raíz y están totalmente muertos.
13  fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.
13  son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre.
13 Son violentas olas del mar, que arrojan la espuma de sus actos vergonzosos. Son estrellas fugaces, para quienes está reservada eternamente la más densa oscuridad.
13 Son gente violenta. Todos pueden ver lo malo que hacen, pues sus maldades son como la espuma de las violentas olas del mar. Son como estrellas perdidas, condenadas a viajar siempre en la más terrible oscuridad.
14  De éstos también profetizó Enoc,(K) séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares,
14  De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos,
14 También Enoc, el séptimo patriarca a partir de Adán, profetizó acerca de ellos: «Miren, el Señor viene con millares y millares de sus ángeles[f]
14 Hace ya mucho tiempo Enoc, que fue el séptimo hombre después de Adán, habló de esta gente y dijo: «Miren, Dios viene acompañado de miles y miles de sus ángeles.
15  para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.
15  para ejecutar juicio sobre todos, y para condenar a todos los impíos de todas sus obras de impiedad, que han hecho impíamente, y de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos dijeron contra El.
15 para someter a juicio a todos y para reprender a todos los pecadores impíos por todas las malas obras que han cometido, y por todas las injurias que han proferido contra él.»
15 Viene para castigar a todos los que hicieron el mal, y castigará a todos los pecadores que lo insultaron.»
16  Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.

Amonestaciones y exhortaciones

16  Estos son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones; hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio.
16 Estos individuos son refunfuñadores y criticones; se dejan llevar por sus propias pasiones; hablan con arrogancia y adulan a los demás para sacar ventaja.
16 Esta gente se queja de todo, y lo critica todo. Sólo quiere que se cumplan sus deseos egoístas. Habla con orgullo, y cuando habla bien de los demás, lo hace sólo para aprovecharse de ellos.
17  Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo;
17  Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo,
17
Exhortación a la perseverancia
Ustedes, queridos hermanos, recuerden el mensaje anunciado anteriormente por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
17 Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de lo que ya les habían dicho los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
18  los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos.(L)
18  quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías.
18 Ellos les decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías.»
18 Ellos les enseñaron que, en los últimos tiempos, habría gente burlona, que se dejaría controlar por sus malos deseos.
19  Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.
19  Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu.
19 Éstos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.
19 Es esta clase de gente la que los obliga a pelearse y a dividirse, pues hace lo que quiere y no tiene el Espíritu de Dios.
20  Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
20  Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
20 Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo,
20 Pero ustedes, queridos hermanos, sigan confiando siempre en Dios. Esa confianza es muy especial. Cuando oren, dejen que el Espíritu Santo les diga lo que deben decir.
21  conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
21  conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
21 mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, les conceda vida eterna.
21 Confíen todo el tiempo en el amor de Dios, y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo nos dará la vida eterna, pues él también nos ama mucho.
22  A algunos que dudan, convencedlos.
22  Y tened misericordia de algunos que dudan;
22 Tengan compasión de los que dudan;
22 Ayuden con amor a los que no están del todo seguros de su salvación.
23  A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

Doxología

23  a otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne.
23 a otros, sálvenlos arrebatándolos del fuego. Compadézcanse de los demás, pero tengan cuidado; aborrezcan hasta la ropa que haya sido contaminada por su cuerpo.
23 Rescaten a los que necesitan salvarse del infierno, y tengan compasión de los que necesitan ser compadecidos. Pero tengan mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen.
24  Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
24  Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría,
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Doxología
¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia,
24 Dios puede cuidarlos para que no hagan el mal, y también tiene poder para que ustedes puedan presentarse ante él sin pecado. Se presentarán ante él llenos de alegría, y limpios y sin mancha, como un vestido nuevo.
25  al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
25  al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén.
25 sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad, por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y para siempre! Amén.

25 Por eso, alaben a Dios nuestro Salvador. Por medio de nuestro Señor Jesucristo reconozcan su grandeza, poder y autoridad. Alabemos a Dios por todo esto ahora y siempre. Amén.