RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
El rollo y el Cordero
Y vi en la mano derecha del
que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera,(A) sellado con siete sellos.
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1 Y vi en
la mano derecha del que estaba sentado
en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete
sellos.
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1
El rollo escrito y el Cordero
En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo
escrito por ambos lados y sellado con siete sellos.
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1 En la mano derecha del que estaba sentado en
el trono vi un libro enrollado. Las hojas del libro estaban escritas por
ambos lados, y el libro estaba cerrado con siete sellos.
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2 Y vi a
un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y
desatar sus sellos?
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2 Y vi a
un ángel poderoso que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro
y de desatar sus sellos?
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2 También vi a un ángel poderoso que proclamaba
a gran voz: «¿Quién es digno de romper los sellos y de abrir el rollo?»
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2 Luego vi a un ángel poderoso que preguntaba
con fuerte voz: «¿Quién tiene la autoridad de romper los sellos y de abrir el
rollo?»
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3 Y
ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir
el libro, ni aun mirarlo.
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3 Y
nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el
libro ni mirar su contenido.
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3 Pero ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo
de la tierra, hubo nadie capaz de abrirlo ni de examinar su contenido.
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3 Y no había nadie en todo el universo que
pudiera abrir el rollo ni mirar su contenido.
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4 Y
lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el
libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
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4 Y yo
lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de
mirar su contenido.
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4 Y lloraba yo mucho porque no se había
encontrado a nadie que fuera digno de abrir el rollo ni de examinar su
contenido.
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4 Yo me puse a llorar mucho, porque no había
quien pudiera hacerlo.
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5 Y uno
de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá,(B) la raíz de David,(C) ha vencido para abrir el libro y desatar
sus siete sellos.
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5
Entonces uno de los ancianos me dijo*: No llores; mira, el León de la
tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete
sellos.
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5 Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar,
que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede
abrir el rollo y sus siete sellos.»
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5 Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores
más, que ha salido vencedor el heredero del trono de David, a quien se le
llama el León de Judá. Sólo él tiene la autoridad de romper los siete sellos
y de abrir el rollo.»
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6 Y miré,
y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de
los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado,(D) que tenía siete cuernos, y siete ojos,(E) los cuales son los siete espíritus de Dios
enviados por toda la tierra.
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6 Miré, y
vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un
Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son
los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
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6 Entonces vi, en medio de los cuatro seres
vivientes y del trono y los ancianos, a un Cordero que estaba de pie y
parecía haber sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los
siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
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6 Entonces vi un Cordero cerca del trono. En el
cuerpo llevaba las marcas de haber sido sacrificado. Estaba de pie, rodeado
por los cuatro seres vivientes y por los veinticuatro ancianos. Tenía siete
cuernos, y también siete ojos. Estos son los siete espíritus de Dios, que han
sido enviados para visitar toda la tierra.
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7 Y vino,
y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
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7 Y vino,
y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el
trono.
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7 Se acercó y recibió el rollo de la mano
derecha del que estaba sentado en el trono.
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7 El Cordero fue y tomó el libro enrollado que
tenía en la mano derecha el que estaba sentado en el trono.
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8 Y
cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro
ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;(F)
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8 Cuando
tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se
postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas
de incienso, que son las oraciones de los santos.
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8 Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y
los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un
arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de
Dios.
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8 Apenas hizo esto, los cuatro seres vivientes y
los veinticuatro ancianos se arrodillaron delante de él. Cada uno tenía un
arpa, y llevaba una copa llena de incienso que representaba las oraciones del
pueblo de Dios.
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9 y
cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para
Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
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9 Y
cantaban* un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
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9 Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de
recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y
con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y
nación.
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9 Y todos ellos cantaban esta nueva canción:
«Sólo tú mereces tomar el libro y romper sus sellos. Porque fuiste
sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios, a gente de toda raza,
idioma, pueblo y nación.
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10 y nos
has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,(G)
y reinaremos sobre la tierra.
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10 Y los
has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la
tierra.
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10 De ellos hiciste un reino; los hiciste
sacerdotes al servicio de nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra.»
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10 Los hiciste reyes y sacerdotes para nuestro
Dios; ellos gobernarán la tierra.»
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11 Y miré,
y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes,
y de los ancianos; y su número era millones de millones,(H)
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11 Y miré,
y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos; y el número de ellos era
miríadas de miríadas, y millares de millares,
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11 Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que
estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El
número de ellos era millares de millares y millones de millones.
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11 Luego oí el murmullo de muchos ángeles. Eran
millones y millones de ángeles que rodeaban el trono, a los cuatro seres
vivientes y a los veinticuatro ancianos.
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12 que
decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder,
las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
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12 que
decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado digno es de recibir el poder,
las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.
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12 Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el
Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la
sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!»
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12 Y decían con fuerte voz: «El Cordero que fue
sacrificado, merece recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza,
el honor y la alabanza.»
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13 Y a
todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la
tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que
está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria
y el poder, por los siglos de los siglos.
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13 Y a
toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y
en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay
, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el
dominio por los siglos de los siglos.
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13 Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en
la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que
cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y
la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»
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13 Y también oí decir a todos los seres del
universo: «¡Que todos alaben al que está sentado en el trono, y también al
Cordero! Que lo llamen maravilloso, y por siempre admiren su poder.»
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14 Los
cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron
sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
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14 Y los
cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron y adoraron.
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14 Los cuatro seres vivientes exclamaron:
«¡Amén!», y los ancianos se postraron y adoraron.
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14 Los cuatro seres vivientes decían: «¡Así
sea!», y los veinticuatro ancianos se arrodillaron y adoraron al que está
sentado en el trono, y al Cordero.
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Jueves 19/12/2013 Apocalipsis 5.
Apocalipsis 5:1-14