Lunes 23/12/2013 Apocalipsis 7.

Apocalipsis 7:1-17

RV60a
LBLA
NVI
TLA
1

Los 144 mil sellados
  Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos(A) de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.
1  Después de esto, vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno, ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol.
1
Los 144.000 sellados
Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro ángulos de la tierra. Estaban allí de pie, deteniendo los cuatro vientos para que éstos no se desataran sobre la tierra, el mar y los árboles.
1 Después de esto, vi cuatro ángeles que estaban de pie. Cada uno de ellos miraba a uno de los cuatro puntos cardinales. Estaban deteniendo al viento, para que no soplara sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre los árboles. Estos cuatro ángeles habían recibido poder para dañar a la tierra y al mar. Vi también a otro ángel, que venía del oriente, el cual tenía el sello del Dios que vive para siempre. Con ese mismo sello debía marcar a todos los que pertenecen a Dios, para protegerlos. Ese ángel les gritó con fuerte voz a los otro cuatro: «¡No dañen la tierra ni el mar, ni los árboles, hasta que hayamos marcado en la frente a los que sirven a nuestro Dios!»
2  Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
2  Y vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo; y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar,
2 Vi también a otro ángel que venía del oriente con el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles a quienes se les había permitido hacer daño a la tierra y al mar:

3  diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.(B)
3  diciendo: No hagáis daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios.
3 «¡No hagan daño ni a la tierra, ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente de los siervos de nuestro Dios!»

4  Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
4  Y oí el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel;
4 Y oí el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel.
4 Luego oí que se mencionaba a las doce tribus de Israel, es decir, a Judá, Rubén, Gad, Aser, Neftalí, Manasés, Simeón, Leví, Isacar, Zabulón, José y Benjamín. De cada una de las doce tribus fueron marcados doce mil, es decir, un total de ciento cuarenta y cuatro mil.
5  De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados.
5  de la tribu de Judá fueron sellados doce mil; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil;
5 De la tribu de Judá fueron sellados doce mil; de la tribu de Rubén, doce mil; de la tribu de Gad, doce mil;

6  De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados.
6  de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil;
6 de la tribu de Aser, doce mil; de la tribu de Neftalí, doce mil; de la tribu de Manasés, doce mil;

7  De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados.
7  de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil;
7 de la tribu de Simeón, doce mil; de la tribu de Leví, doce mil; de la tribu de Isacar, doce mil;

8  De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.

La multitud vestida de ropas blancas

8  de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil, y de la tribu de Benjamín fueron sellados doce mil.
8 de la tribu de Zabulón, doce mil; de la tribu de José, doce mil; de la tribu de Benjamín, doce mil.

9  Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
9  Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.
9
La gran multitud con túnicas blancas
Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano.
9 Después de esto vi a mucha gente de todos los países, y de todas las razas, idiomas y pueblos. ¡Eran tantos que nadie los podía contar! Estaban de pie, delante del trono y del Cordero, vestidos con ropas blancas. En sus manos llevaban ramas de palma,
10  y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
10  Y clamaban a gran voz, diciendo:  La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
10 Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»
10 y gritaban con fuerte voz: «Nos ha salvado nuestro Dios, que está sentado en el trono, y también el Cordero.»
11  Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
11  Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Se postraron rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios
11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Ellos se inclinaron delante del trono, hasta tocar el suelo con la frente, y adoraron a Dios
12  diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
12  diciendo: ¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
12 diciendo: «¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!»
12 diciendo: «¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Así sea! »Admiremos su fama y sabiduría, su poder y fortaleza. Demos a nuestro Dios, gracias y honor por siempre. ¡Así sea!»
13  Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
13  Y uno de los ancianos habló diciéndome: Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?
13 Entonces uno de los ancianos me preguntó: —Esos que están vestidos de blanco, ¿quiénes son, y de dónde vienen?
13 Entonces, uno de los ancianos me preguntó: —¿Quiénes son los que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen?
14  Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación,(C) y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
14  Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
14 —Eso usted lo sabe, mi señor —respondí. Él me dijo: —Aquéllos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.
14 Yo le respondí: —Señor, usted lo sabe. Y él me dijo: —Son los que no murieron durante el tiempo de gran sufrimiento que hubo en la tierra. Ellos confiaron en Dios, y él les perdonó sus pecados por medio de la muerte del Cordero.
15  Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
15  Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado en el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
15 Por eso, están delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo; y el que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario.[a]
15 »Por eso están ahora delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. »Dios estará con ellos, y los protegerá.
16  Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;(D)
16  Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol los abatirá, ni calor alguno,
16 Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador.
16 »Ya no tendrán hambre ni sed, ni los quemará el sol ni los molestará el calor.
17  porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará,(E) y los guiará a fuentes de aguas de vida;(F) y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.(G)
17  pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.
17 Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos.

17 »Dios secará todas sus lágrimas, y los cuidará el Cordero que está en medio del trono, así como el pastor cuida sus ovejas y las lleva a manantiales de agua que da vida.