RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
Los ángeles con las siete postreras plagas
Vi en el cielo otra señal,
grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras;
porque en ellas se consumaba la ira de Dios.
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1 Y vi
otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete
plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado el furor de Dios.
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1
Siete ángeles con siete plagas
Vi en el cielo otra señal grande y maravillosa: siete ángeles con
las siete plagas, que son las últimas, pues con ellas se consumará la ira de
Dios.
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1 Vi en el cielo algo extraordinario: siete
ángeles con las últimas siete plagas terribles que vendrían sobre la tierra.
Después de todo eso, el enojo de Dios se calmaría.
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2 Vi
también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían
alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de
su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.
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2 Vi
también como un mar de cristal mezclado con fuego, y a los que habían salido
victoriosos sobre la bestia, sobre su imagen y sobre el número de su nombre,
en pie sobre el mar de cristal, con arpas de Dios.
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2 Vi también un mar como de vidrio mezclado con
fuego. De pie, a la orilla del mar, estaban los que habían vencido a la
bestia, a su imagen y al número de su nombre. Tenían las arpas que Dios les
había dado,
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2 Vi también algo que parecía un mar de cristal
mezclado con fuego. Junto a ese mar estaban de pie los que habían vencido al
monstruo, los que no aceptaron ser marcados con el número de su nombre ni
habían adorado a su estatua. Dios les había dado arpas,
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3 Y
cantan el cántico de Moisés(A)
siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas
son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de los santos.
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3 Y
cantaban* el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero,
diciendo: ¡Grandes y maravillosas son
tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos,
oh Rey de las naciones!
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3 y cantaban el himno de Moisés, siervo de Dios,
y el himno del Cordero: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios
Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.[a]
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3 y con ellas cantaban el canto de Moisés,
dedicado al Cordero. Decían: «Señor, Dios todopoderoso, todo lo que tú haces
es grande y maravilloso. »Tú eres el Rey del mundo, todo lo que haces es
justo y correcto.
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4 ¿Quién
no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?(B)
pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te
adorarán,(C) porque tus juicios se
han manifestado.
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4 ¡Oh
Señor! ¿Quién no temerá y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo;
porque TODAS LAS NACIONES VENDRAN Y ADORARAN EN TU PRESENCIA, pues tus justos
juicios han sido revelados.
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4 ¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no
glorificará tu nombre? Sólo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te
adorarán, porque han salido a la luz las obras de tu justicia.»
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4 »Dios mío, todos te honran y te alaban, pues
sólo tú eres santo. »Todos los países del mundo vendrán a adorarte, pues bien
saben que eres justo.»
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5 Después
de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el templo del
tabernáculo del testimonio;(D)
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5 Después
de estas cosas miré, y se abrió el templo del tabernáculo del testimonio en
el cielo,
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5 Después de esto miré, y en el cielo se abrió
el templo, el tabernáculo del testimonio.
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5 Después de esto miré hacia el cielo, y vi que
se abría el templo.
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6 y del
templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de
lino limpio y resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de
oro.
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6 y
salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos
de lino puro y resplandeciente, y ceñidos
alrededor del pecho con cintos de oro.
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6 Del templo salieron los siete ángeles que
llevaban las siete plagas. Estaban vestidos de lino limpio y resplandeciente,
y ceñidos con bandas de oro a la altura del pecho.
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6 De él salieron los siete ángeles con las siete
plagas terribles que iban a suceder. Estaban vestidos con una tela fina y
costosa, limpia y brillante, y se cubrían el pecho con protectores de oro.
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7 Y uno
de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro,
llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos.
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7
Entonces uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles
siete copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los
siglos.
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7 Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada
uno de los siete ángeles una copa de oro llena del furor de Dios, quien vive
por los siglos de los siglos.
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7 Uno de los cuatro seres vivientes le dio una
copa llena de vino a cada uno de los ángeles. Las siete copas de vino
representaban el enojo de Dios, quien vive para siempre.
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8 Y el
templo se llenó de humo(E) por la
gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que
se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles.
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8 Y el
templo se llenó con el humo de la gloria de Dios y de su poder; y nadie podía
entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete
ángeles.
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8 El templo se llenó del humo que procedía de la
gloria y del poder de Dios, y nadie podía entrar allí hasta que se terminaran
las siete plagas de los siete ángeles.
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8 El templo se llenó con el humo que salía de la
grandeza y del poder de Dios. Y a nadie se le dejaba entrar en el templo
antes de que llegaran las siete plagas terribles que llevaban los siete
ángeles.
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