RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
La caída de Babilonia
Después de esto vi a otro
ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su
gloria.
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1 Después
de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la
tierra fue iluminada con su gloria.
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1
La caída de Babilonia
Después de esto vi a otro ángel que bajaba del cielo. Tenía mucho
poder, y la tierra se iluminó con su resplandor.
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1 Después de esto, vi que del cielo bajaba otro
ángel. Tenía mucha autoridad, y era tanto su brillo que la tierra se iluminó
con su resplandor.
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2 Y clamó
con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia,(A) y se ha hecho habitación de demonios y
guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y
aborrecible.(B)
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2 Y clamó
con potente voz, diciendo: ¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en
habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en guarida de
toda ave inmunda y aborrecible.
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2 Gritó a gran voz: «¡Ha caído! ¡Ha caído la
gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios y en guarida de todo
espíritu maligno, en nido de toda ave impura y detestable.
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2 Gritaba con fuerte voz: «¡Por fin cayó la gran
Babilonia! Ahora es casa de demonios, escondite de malos espíritus, nido de
todas las aves y cueva de todas las fieras que odiamos y no debemos comer.
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3 Porque
todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación;(C) y los reyes de la tierra han fornicado con
ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus
deleites.
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3 Porque
todas las naciones han bebido del vino de la pasión de su inmoralidad, y los
reyes de la tierra han cometido actos
inmorales con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la
riqueza de su sensualidad.
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3 Porque todas las naciones han bebido el
excitante vino de su adulterio; los reyes de la tierra cometieron adulterio
con ella, y los comerciantes de la tierra se enriquecieron a costa de lo que
ella despilfarraba en sus lujos.»
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3 »En todos los países siguieron su ejemplo y
adoraron dioses falsos. Lo mismo hicieron los reyes de la tierra. »Los
comerciantes del mundo se hicieron ricos, pues ella les compró de todo para
satisfacer sus malos deseos.»
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4 Y oí
otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío,(D) para que no seáis partícipes de sus
pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
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4 Y oí
otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no
participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas;
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4 Luego oí otra voz del cielo que decía: «Salgan
de ella, pueblo mío, para que no sean cómplices de sus pecados, ni los
alcance ninguna de sus plagas;
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4 Entonces oí otra voz del cielo, que decía:
«Ustedes son mi pueblo. Salgan de Babilonia, y no pequen como ella, para que
no caigan sobre ustedes las terribles plagas que le vendrán.
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5 porque
sus pecados han llegado hasta el cielo,(E)
y Dios se ha acordado de sus maldades.
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5 porque
sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus
iniquidades.
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5 pues sus pecados se han amontonado hasta el
cielo, y de sus injusticias se ha acordado Dios.
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5 »Son tantos sus pecados que llegan hasta el
cielo. ¡Dios no se ha olvidado de ninguno de ellos!
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6 Dadle a
ella como ella os ha dado,(F) y
pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida,
preparadle a ella el doble.
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6 Pagadle
tal como ella ha pagado, y devolvedle doble según sus obras; en la copa que ella
ha preparado, preparad el doble para ella.
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6 Páguenle con la misma moneda; denle el doble
de lo que ha cometido, y en la misma copa en que ella preparó bebida
mézclenle una doble porción.
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6 »Hagan con ella todo lo malo que ella hizo con
otros; háganle pagar el doble de todo lo malo que hizo. »Háganla pasar dos
veces por la misma amarga experiencia que otros tuvieron por su culpa.
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7 Cuanto
ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y
llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy
viuda, y no veré llanto;
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7 Cuanto
ella se glorificó a sí misma y vivió sensualmente, así dadle tormento y
duelo, porque dice en su corazón: "YO estoy
SENTADA como REINA, Y NO SOY VIUDA y
nunca veré duelo."
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7 En la medida en que ella se entregó a la
vanagloria y al arrogante lujo denle tormento y aflicción; porque en su
corazón se jacta: “Estoy sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás.”
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7 »Ella era muy orgullosa, y le gustaba vivir
con grandes lujos; ¡pues ahora háganla sufrir!, ¡dense el lujo de
atormentarla! »Porque ella piensa: “Aquí me tienen, sentada en mi trono de
reina. No soy viuda, y nunca sufriré.”
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8 por lo
cual en un solo día vendrán sus plagas;(G)
muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el
Señor, que la juzga.
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8 Por
eso, en un solo día, vendrán sus
plagas: muerte, duelo y hambre, y será quemada con fuego; porque el Señor
Dios que la juzga es poderoso.
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8 Por eso, en un solo día le sobrevendrán sus
plagas: pestilencia, aflicción y hambre. Será consumida por el fuego, porque
poderoso es el Señor Dios que la juzga.»
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8 »Por eso, en un mismo día recibirá todos estos
castigos: hambre, sufrimiento y muerte. ¡Será destruida por el fuego, porque
el Señor, el Dios todopoderoso, ha decidido castigarla!»
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9 Y los
reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en
deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su
incendio,
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9 Y los
reyes de la tierra que cometieron actos de
inmoralidad y vivieron sensualmente con ella, llorarán y se lamentarán por
ella cuando vean el humo de su incendio,
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9 Cuando los reyes de la tierra que cometieron
adulterio con ella y compartieron su lujo vean el humo del fuego que la
consume, llorarán de dolor por ella.
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9 Cuando Babilonia arda en llamas, lo lamentarán
los reyes del mundo y llorarán por ella. Esos reyes, lo mismo que Babilonia,
adoraron a dioses falsos y vivieron a todo lujo.
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10
parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la
gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu
juicio!(H)
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10 mirando de pie desde lejos por causa del temor
de su tormento, y diciendo: "¡Ay,
ay, la gran ciudad, Babilonia, la ciudad fuerte!, porque en una hora ha
llegado tu juicio."
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10 Aterrorizados al ver semejante castigo, se
mantendrán a distancia y gritarán: «¡Ay! ¡Ay de ti, la gran ciudad,
Babilonia, ciudad poderosa, porque en una sola hora ha llegado tu juicio!»
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10 Pero por miedo a ser castigados junto con
ella, se mantendrán alejados y dirán: «¡Ay, qué terrible! ¡Pobrecita de ti,
gran ciudad de Babilonia, gran ciudad poderosa! ¡En un abrir y cerrar de
ojos, Dios decidió castigarte!»
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11 Y los
mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno
compra más sus mercaderías;
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11 Y los
mercaderes de la tierra lloran y se lamentan por ella, porque ya nadie compra
sus mercaderías:
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11 Los comerciantes de la tierra llorarán y harán
duelo por ella, porque ya no habrá quien les compre sus mercaderías:
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11 También lo lamentarán los comerciantes del
mundo, y llorarán, pues ya no habrá quien les compre nada. Porque Babilonia
les compraba
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12
mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino
fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo
objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de
mármol;
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12
cargamentos de oro, plata, piedras preciosas, perlas, lino fino,
púrpura, seda y escarlata; toda clase de
maderas olorosas y todo objeto de marfil y todo objeto hecho de maderas preciosas, bronce, hierro y
mármol;
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12 artículos de oro, plata, piedras preciosas y
perlas; lino fino, púrpura, telas de seda y escarlata; toda clase de maderas
de cedro; los más variados objetos, hechos de marfil, de madera preciosa, de
bronce, de hierro y de mármol;
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12 cargamentos de oro, plata, joyas y perlas;
cargamentos de ropa hecha de lino fino y de seda, de colores púrpura y rojo;
toda clase de maderas finas y olorosas, y objetos de marfil, de bronce, de
hierro y de mármol;
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13 y
canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de
harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de
hombres.
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13 y
canela, especias aromáticas, incienso, perfume, mirra, vino, aceite de oliva;
y flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos, carros, esclavos y vidas
humanas.
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13 cargamentos de canela y especias aromáticas;
de incienso, mirra y perfumes; de vino y aceite; de harina refinada y trigo;
de ganado vacuno y de corderos; de caballos y carruajes; y hasta de seres
humanos, vendidos como esclavos.
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13 cargamentos de canela y de especias
aromáticas, perfumes y aceites perfumados; cargamentos de vino, aceite,
harina fina y trigo; de ganado, ovejas, caballos, carrozas, esclavos y
prisioneros de guerra.
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14 Los
frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas
exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.
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14 Y el
fruto que tanto has anhelado se ha apartado de ti, y todas las cosas que eran
lujosas y espléndidas se han alejado de ti, y nunca más las hallarán.
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14 Y dirán: «Se ha apartado de ti el fruto que
con toda el alma codiciabas. Has perdido todas tus cosas suntuosas y
espléndidas, y nunca las recuperarás.»
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14 Y le dirán a Babilonia: «Ya no tienes las
riquezas que tanto te gustaban; has perdido para siempre todos tus lujos y
joyas.»
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15 Los
mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán
lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,
|
15 Los
mercaderes de estas cosas que se enriquecieron a costa de ella, se pararán
lejos a causa del temor de su tormento, llorando y lamentándose,
|
15 Los comerciantes que vendían estas mercaderías
y se habían enriquecido a costa de ella se mantendrán a distancia,
aterrorizados al ver semejante castigo. Llorarán y harán lamentación:
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15 Esos comerciantes, que se hicieron ricos
vendiendo todo esto a Babilonia, se mantendrán alejados por miedo a ser castigados
con ella. Y entre lágrimas y lamentos dirán:
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16 y
diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de
púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de
perlas!
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16
diciendo: "¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino
fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas!,
|
16 «¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad, vestida de lino
fino, de púrpura y escarlata, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas,
|
16 «¡Ay, qué terrible! ¡Pobrecita de ti, gran
ciudad poderosa! Te vestías con ropas de lino fino, con ropas de color
púrpura y rojo, y te adornabas con oro, joyas y perlas.
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17 Porque
en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los
que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se
pararon lejos;
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17 porque
en una hora ha sido arrasada tanta riqueza." Y todos los capitanes,
pasajeros y marineros, y todos los que viven del mar, se pararon a lo lejos,
|
17 porque en una sola hora ha quedado destruida
toda tu riqueza!» Todos los capitanes de barco, los pasajeros, los marineros
y todos los que viven del mar se detendrán a lo lejos.
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17 ¡En un abrir y cerrar de ojos se acabó tanta
riqueza!» Todos los capitanes de barco, los que viajaban por mar, los
marineros y los comerciantes se mantuvieron alejados.
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18 y
viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era
semejante a esta gran ciudad?
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18 y al
ver el humo de su incendio gritaban, diciendo: "¿Qué ciudad es semejante a la gran ciudad?"
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18 Al ver el humo del fuego que la consume,
exclamarán: «¿Hubo jamás alguna ciudad como esta gran ciudad?»
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18 Y al ver el humo de la ciudad en llamas,
gritaron: «¡Nunca ha existido una ciudad tan poderosa como Babilonia!»
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19 Y
echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando,
diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en
el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido
desolada!(I)
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19 Y
echaron polvo sobre sus cabezas, y gritaban, llorando y lamentándose,
diciendo: "¡Ay, ay, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves
en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas!, porque en una hora ha
sido asolada."
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19 Harán duelo,[a]
llorando y lamentándose a gritos: «¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad, con cuya
opulencia se enriquecieron todos los dueños de flotas navieras! ¡En una sola
hora ha quedado destruida!
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19 Además, se echaron ceniza en la cabeza para
mostrar su tristeza, y entre llantos y lamentos gritaban: «¡Ay, qué terrible!
¡Pobrecita de ti, gran ciudad poderosa! Con tus riquezas se hicieron ricos
todos los comerciantes del mar. ¡Y en un abrir y cerrar de ojos has quedado
destruida!
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20
Alégrate sobre ella, cielo,(J)
y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en
ella.
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20
Regocíjate sobre ella, cielo, y también
vosotros, santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado
juicio por vosotros contra ella.
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20 ¡Alégrate, oh cielo, por lo que le ha
sucedido! ¡Alégrense también ustedes, santos, apóstoles y profetas!, porque
Dios, al juzgarla, les ha hecho justicia a ustedes.»
|
20 »¡Alégrense ustedes los santos, que viven en
el cielo, pues Dios ha destruido a la gran ciudad! ¡Alégrense ustedes los
apóstoles, y ustedes los profetas, pues Dios ha castigado a Babilonia por
todo el mal que les hizo!»
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21 Y un
ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó
en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia,(K) la gran ciudad, y nunca más será hallada.(L)
|
21
Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de
molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia
Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.
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21 Entonces un ángel poderoso levantó una piedra
del tamaño de una gran rueda de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Así
también tú, Babilonia, gran ciudad, serás derribada con la misma violencia, y
desaparecerás de la faz de la tierra.
|
21 Entonces un poderoso ángel tomó una roca,
grande como piedra de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Babilonia, gran
ciudad poderosa, ¡así serás destruida, y nunca más volverán a verte!
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22 Y voz
de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti;(M) y ningún artífice de oficio alguno se
hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti.
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22 Y el
sonido de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más
en ti; artífice de oficio alguno no se hallará más en ti; ruido de molino no
se oirá más en ti;
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22 Jamás volverá a oírse en ti la música de los
cantantes y de arpas, flautas y trompetas. Jamás volverá a hallarse en ti
ningún tipo de artesano. Jamás volverá a oírse en ti el ruido de la rueda de
molino.
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22 »¡Nunca más se escuchará en tus calles música
de arpas, ni de flautas o trompetas! »¡Nunca más habrá en tus calles gente de
diferentes oficios, ni volverá a escucharse en ti el ruido de la piedra del
molino!
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23 Luz de
lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en
ti;(N) porque tus mercaderes eran
los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las
naciones.
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23 luz de
lámpara no alumbrará más en ti; y la voz del novio y de la novia no se oirá
más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra, pues todas
las naciones fueron engañadas por tus hechicerías.
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23 Jamás volverá a brillar en ti la luz de
ninguna lámpara. Jamás volverá a sentirse en ti el regocijo de las nupcias.[b] Porque tus comerciantes eran los
magnates del mundo, porque con tus hechicerías engañaste a todas las
naciones,
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23 »¡Nunca más brillará en ti la luz de una
lámpara, ni se escuchará la alegría de una fiesta de bodas! Porque tus
comerciantes eran los más poderosos del mundo, y tú engañaste con tus
brujerías a todos los países.»
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24 Y en
ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que
han sido muertos en la tierra.(O)
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24 Y en
ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que
habían sido muertos sobre la tierra.
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24 porque en ti se halló sangre de profetas y de
santos, y de todos los que han sido asesinados en la tierra.»
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24 Dios castigó a esa gran ciudad, porque ella es
la culpable de haber matado a los profetas y a los del pueblo de Dios. En
efecto, ella mató a muchos en todo el mundo.
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