1 Corintios 11:1-34



RV60a
LBLA
NVI
TLA
1  Sed imitadores de mí,(A) así como yo de Cristo.

Atavío de las mujeres

1  Sed imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo.
1 Imítenme a mí, como yo imito a Cristo.
1 Así que sigan mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo.
2  Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.
2  Os alabo porque en todo os acordáis de mí y guardáis las tradiciones con firmeza, tal como yo os las entregué.
2
Decoro en el culto
Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y retienen las enseñanzas,[a] tal como se las transmití.
2 Los felicito, porque ustedes siempre se acuerdan de mí y obedecen mis enseñanzas.
3  Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
3  Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.
3 Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.
3 Ahora quiero que sepan esto: Cristo tiene autoridad sobre todo hombre, el hombre tiene autoridad sobre su esposa, y Dios tiene autoridad sobre Cristo.
4  Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
4  Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza.
4 Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta[b] deshonra al que es su cabeza.
4 Si el hombre ora a Dios, o habla en su nombre, con la cabeza cubierta, no le da a Cristo la honra que merece.
5  Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.
5  Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada.
5 En cambio, toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra al que es su cabeza; es como si estuviera rasurada.
5 Y si la mujer ora a Dios, o habla en su nombre, sin cubrirse la cabeza, le falta el respeto a su esposo. Es lo mismo que si se afeitara la cabeza.
6  Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.
6  Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello, o raparse, que se cubra.
6 Si la mujer no se cubre la cabeza, que se corte también el cabello; pero si es vergonzoso para la mujer tener el pelo corto o la cabeza rasurada, que se la cubra.
6 Si la mujer no quiere cubrirse la cabeza, entonces que se la afeite. Pero si le da vergüenza afeitársela, entonces que se la cubra.
7  Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios;(B) pero la mujer es gloria del varón.
7  Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre.
7 El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es imagen y gloria de Dios, mientras que la mujer es gloria del hombre.
7 El hombre no debe cubrirse la cabeza, pues fue hecho parecido a Dios y refleja su grandeza. La mujer, por su parte, refleja la grandeza del hombre.
8  Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón,
8  Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre;
8 De hecho, el hombre no procede de la mujer sino la mujer del hombre;
8 Porque Dios no sacó de la mujer al hombre, sino que del hombre sacó a la mujer.
9  y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.(C)
9  pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
9 ni tampoco fue creado el hombre a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
9 Y no creó Dios al hombre para la mujer, sino a la mujer para el hombre.
10  Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
10  Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles.
10 Por esta razón, y a causa de los ángeles, la mujer debe llevar sobre la cabeza señal de autoridad.[c]
10 Por eso, la mujer debe cubrirse la cabeza para mostrar su respeto por la autoridad del hombre, y también su respeto por los ángeles.
11  Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón;
11  Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer.
11 Sin embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer.
11 Sin embargo, para nosotros los cristianos, ni la mujer existe sin el hombre, ni el hombre existe sin la mujer.
12  porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.
12  Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.
12 Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios.
12 Es verdad que a la primera mujer Dios la sacó del primer hombre, pero también es verdad que ahora todos los hombres nacen de una mujer. Pero tanto el hombre como la mujer, y todo lo que existe, han sido creados por Dios.
13  Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?
13  Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta?
13 Juzguen ustedes mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?
13 Piensen ustedes mismos si está bien que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta.
14  La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?
14  ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra,
14 ¿No les enseña el mismo orden natural de las cosas que es una vergüenza para el hombre dejarse crecer el cabello,
14 Según nuestras costumbres, es una vergüenza que el hombre se deje crecer el cabello,
15  Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
15  pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo.
15 mientras que es una gloria para la mujer llevar cabello largo? Es que a ella se le ha dado su cabellera como velo.
15 pero no lo es que la mujer se lo deje crecer. Y es que Dios le dio el cabello largo para que se cubra la cabeza.
16  Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

Abusos en la Cena del Señor

16  Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.
16 Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.
16 En todo caso, si alguien no está de acuerdo con esto y quiere discutirlo, le digo que ni nosotros ni las iglesias de Dios conocemos otra forma de actuar.
17  Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.
17  Pero al daros estas instrucciones, no os alabo, porque no os congregáis para lo bueno, sino para lo malo.
17
La Cena del Señor
11:23-25—Mt 26:26-28; Mr 14:22-24; Lc 22:17-20
Al darles las siguientes instrucciones, no puedo elogiarlos, ya que sus reuniones traen más perjuicio que beneficio.
17 Hay algo de lo que no puedo felicitarlos, y son las reuniones que ustedes tienen. En vez de serles de ayuda, los perjudican.
18  Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
18  Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís como iglesia hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo.
18 En primer lugar, oigo decir que cuando se reúnen como iglesia hay divisiones entre ustedes, y hasta cierto punto lo creo.
18 Para empezar, me han dicho que, cuando ustedes se reúnen como iglesia, no se llevan bien, sino que se dividen en grupos y se pelean entre sí. Yo creo que en esto hay algo de verdad.
19  Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.
19  Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados.
19 Sin duda, tiene que haber grupos sectarios entre ustedes, para que se demuestre quiénes cuentan con la aprobación de Dios.
19 En realidad, todo esto tiene que pasar para que se vea quiénes son los verdaderos seguidores de Cristo.
20  Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
20  Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor,
20 De hecho, cuando se reúnen, ya no es para comer la Cena del Señor,
20 Según entiendo, cuando ustedes se reúnen, cada uno se apura a comer su propia comida y no espera a los demás. Así resulta que algunos se quedan con hambre, mientras que otros se emborrachan. ¡Y eso ya no es participar en la Cena del Señor!
21  Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
21  porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriaga.
21 porque cada uno se adelanta a comer su propia cena, de manera que unos se quedan con hambre mientras otros se emborrachan.

22  Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.

Institución de la Cena del Señor
(Mt. 26.26-29; Mr. 14.22-25; Lc. 22.14-20)

22  ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que nada tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré.
22 ¿Acaso no tienen casas donde comer y beber? ¿O es que menosprecian a la iglesia de Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Voy a elogiarlos por esto? ¡Claro que no!
22 Más bien, eso es una falta de respeto a la iglesia de Dios, y es poner en vergüenza a los pobres. Si lo que quieren es comer y emborracharse, ¡mejor quédense en sus casas! ¿O esperan acaso que los felicite? ¡Pues no hay razón para felicitarlos!
23  Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
23  Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
23 Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan,
23 Lo que el Señor Jesucristo me enseñó, es lo mismo que yo les he enseñado a ustedes: La noche en que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan,
24  y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
24  y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí.
24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí.»
24 dio gracias a Dios, lo partió en pedazos y dijo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado en favor de ustedes. Cuando coman de este pan, acuérdense de mí.»
25  Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto(D) en mi sangre;(E) haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
25  De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí.
25 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí.»
25 Después de cenar, Jesús tomó en sus manos la copa y dijo: «Esta copa de vino es mi sangre. Con ella, Dios hace un nuevo compromiso con ustedes. Cada vez que beban de esta copa, acuérdense de mí.»
26  Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Tomando la Cena indignamente

26  Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga.
26 Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
26 Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva.
27  De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
27  De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.
27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna, será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.
27 Por eso, si una persona come del pan o bebe de la copa del Señor Jesucristo sin darle la debida importancia, peca en contra del cuerpo y de la sangre de Jesucristo.
28  Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
28  Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa.
28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.
28 Por lo tanto, antes de comer del pan y beber de la copa, cada uno debe preguntarse si está actuando bien o mal.
29  Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
29  Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.
29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo,[d] come y bebe su propia condena.
29 Porque Dios va a castigar al que coma del pan y beba de la copa sin darse cuenta de que se trata del cuerpo de Cristo.
30  Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
30  Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen.
30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto.
30 Por eso algunos de ustedes están débiles o enfermos, y otros ya han muerto.
31  Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
31  Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.
31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría;
31 El Señor se fija en nuestra conducta. Él nos corrige para que aprendamos, y para que así no tengamos que ser castigados junto con la gente de este mundo que no cree en él. Si pensamos bien lo que hacemos, no seremos castigados.
32  mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
32  Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.
32 pero si nos juzga el Señor, nos disciplina para que no seamos condenados con el mundo.

33  Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros.
33  Así que, hermanos míos, cuando os reunáis para comer, esperaos unos a otros.
33 Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros.
33 Por eso, hermanos míos, cuando se junten para comer, esperen a que todos estén reunidos.
34  Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.
34  Si alguno tiene hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Los demás asuntos los arreglaré cuando vaya.
34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que las reuniones de ustedes no resulten dignas de condenación. Los demás asuntos los arreglaré cuando los visite.

34 Si alguno tiene hambre, es mejor que coma en su casa. Así Dios no tendrá que castigarlos por su comportamiento en las reuniones. En cuanto a las otras preguntas que me hicieron, ya les daré instrucciones cuando vaya a visitarlos.