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RV60a
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LBLA
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NVI
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TLA
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1
Plegaria
pidiendo la destrucción de los malvados
¿Por
qué estás lejos, oh Jehová,
Y te
escondes en el tiempo de la tribulación?
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1 ¿Por qué, oh SEÑOR, te mantienes alejado, y
te escondes en tiempos de tribulación?
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1
Salmo
10
Lámed
¿Por qué, SEÑOR, te mantienes distante? ¿Por
qué te escondes en momentos de angustia?
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1 Dios mío,
¿por qué te quedas tan lejos? ¿por qué te escondes de mí cuando más te
necesito?
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2 Con arrogancia el malo persigue al pobre;
Será
atrapado en los artificios que ha ideado.
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2 Con arrogancia el impío acosa al afligido;
¡que sea atrapado en las trampas que ha urdido!
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2 Con
arrogancia persigue el malvado al indefenso, pero se enredará en sus propias
artimañas.
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2 Los
malvados y orgullosos persiguen a los humildes, pero acabarán por caer en sus
propias trampas.
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3 Porque el malo se jacta del deseo de su
alma,
Bendice
al codicioso, y desprecia a Jehová.
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3 Porque del deseo de su corazón se jacta el
impío, y el codicioso maldice y desprecia
al SEÑOR.
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3 El malvado
hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al SEÑOR.
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3 Alaban a
los ambiciosos, pero a ti te menosprecian. No te buscan, porque para ellos no
existes. Son groseros. Levantan la nariz y presumen de su codicia, pues sólo
en eso piensan;
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4 El malo, por la altivez de su rostro, no
busca a Dios;
No hay
Dios en ninguno de sus pensamientos.
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4 El impío, en la altivez de su rostro, no
busca a Dios . Todo su pensamiento es:
No hay Dios.
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4 El malvado
levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos.
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5 Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus
juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos
sus adversarios desprecia.
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5 Sus caminos prosperan en todo tiempo; tus
juicios, oh Dios, están en lo alto,
lejos de su vista; a todos sus adversarios los desprecia.
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5 Todas sus
empresas son siempre exitosas; tan altos y alejados de él están tus juicios
que se burla de todos sus enemigos.
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5 ¡siempre
les va bien en todo lo que hacen! Tus leyes, Dios mío, no las pueden
entender. Se burlan de sus enemigos,
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6 Dice en su corazón: No seré movido jamás;
Nunca me
alcanzará el infortunio.
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6 Dice en su corazón: No hay quien me mueva;
por todas las generaciones no sufriré adversidad.
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6 Y se dice a
sí mismo: «Nada me hará caer. Siempre seré feliz. Nunca tendré problemas.»
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6 y en su
interior piensan que jamás fracasarán, que nunca tendrán problemas y que
siempre serán felices.
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7 Llena está su boca de maldición, y de engaños
y fraude;(A)
Debajo
de su lengua hay vejación y maldad.
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7 Llena está su boca de blasfemia, engaño y
opresión; bajo su lengua hay malicia e iniquidad.
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7
Pe
Llena está su boca de maldiciones, de mentiras
y amenazas; bajo su lengua esconde maldad y violencia.
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7 Sus
palabras ofenden y lastiman; tras sus palabras esconden sus malas
intenciones.
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8 Se sienta en acecho cerca de las aldeas;
En
escondrijos mata al inocente.
Sus ojos
están acechando al desvalido;
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8 Se sienta al acecho en las aldeas, en los
escondrijos mata al inocente; sus ojos espían al desvalido.
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8 Se pone al
acecho en las aldeas, se esconde en espera de sus víctimas, y asesina a
mansalva al inocente.
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8 Andan por
las calles espiando a los inocentes, para caerles encima y matarlos a
traición.
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9 Acecha en oculto, como el león desde su
cueva;
Acecha
para arrebatar al pobre;
Arrebata
al pobre trayéndolo a su red.
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9 Acecha en el escondrijo como león en su
guarida; acecha para atrapar al afligido, y
atrapa al afligido arrastrándolo a su red.
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9
Ayin
Cual león en su guarida se agazapa, listo para
atrapar al indefenso; le cae encima y lo arrastra en su red.
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9 Siempre se
andan escondiendo, como el león en su cueva; siempre están dispuestos a
saltar sobre la gente indefensa, y en cuanto la atrapan, la arrastran en su
red.
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10 Se encoge, se agacha,
Y caen
en sus fuertes garras muchos desdichados.
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10 Se agazapa, se encoge, y los desdichados
caen en sus garras.
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10 Bajo
el peso de su poder, sus víctimas caen por tierra.
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10 Y
así, quedan humillados los que tienen la desgracia de caer bajo su dominio.
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11 Dice en su corazón: Dios ha olvidado;
Ha
encubierto su rostro; nunca lo verá.
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11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; ha
escondido su rostro; no lo verá jamás.
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11 Se
dice a sí mismo: «Dios se ha olvidado. Se cubre el rostro. Nunca ve nada.»
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11 Esos
malvados piensan que a ti no te importa, y que hasta escondes la cara para no
ver lo que pasa.
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12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te
olvides de los pobres.
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12 Levántate, oh SEÑOR; alza, oh Dios, tu
mano. No te olvides de los pobres.
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12
Qof
¡Levántate, SEÑOR! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo!
¡No te olvides de los indefensos!
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12
¡Vamos, Dios mío! ¡Llama a cuentas a los malvados! ¿Por qué han de burlarse
de ti? ¡Pídeles cuentas de su maldad, y bórralos de este mundo! ¿Por qué han
de creer que no les pedirás cuentas? Tú conoces su maldad, tomas en cuenta su
violencia, y un día les darás su merecido. ¡Tú acabarás con su poder! ¡Dios
mío, no te olvides de los humildes! Los huérfanos y desvalidos confían en ti;
¡tú eres quien los ayuda!
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13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su
corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
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13 ¿Por qué ha despreciado el impío a Dios? Ha
dicho en su corazón: Tú no lo
requerirás.
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13 ¿Por
qué te ha de menospreciar el malvado? ¿Por qué ha de pensar que no lo
llamarás a cuentas?
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14 Tú lo has visto; porque miras el trabajo y
la vejación, para dar la recompensa con tu mano;
A ti se
acoge el desvalido;
Tú eres
el amparo del huérfano.
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14 Tú lo
has visto, porque has contemplado la malicia y la vejación, para hacer
justicia con tu mano. A ti se acoge el desvalido; tú has sido amparo del
huérfano.
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14
Resh
Pero tú ves la opresión y la violencia, las
tomas en cuenta y te harás cargo de ellas. Las víctimas confían en ti; tú
eres la ayuda de los huérfanos.
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15 Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y
persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.
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15 Quiebra tú el brazo del impío y del
malvado; persigue su maldad hasta que
desaparezca.
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15
Shin
¡Rómpeles el brazo al malvado y al impío!
¡Pídeles cuentas de su maldad, y haz que desaparezcan por completo!
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16 Jehová es Rey eternamente y para siempre;
De su tierra
han perecido las naciones.
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16 El SEÑOR es Rey eternamente y para siempre;
las naciones han perecido de su tierra.
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16 El
SEÑOR es rey eterno; los paganos serán borrados de su tierra.
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16 Tú,
Dios mío, reinas para siempre y escuchas la oración de los humildes. Tú
defiendes a los huérfanos y a los que son maltratados; tú los animas y les
prestas atención. Pero a los que no te reconocen los echarás de tu tierra,
para que nadie en este mundo vuelva a sembrar el terror.
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17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová;
Tú
dispones su corazón, y haces atento tu oído,
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17 Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los
humildes; tú fortalecerás su corazón e
inclinarás tu oído
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17
Tav
Tú, SEÑOR, escuchas la petición de los
indefensos, les infundes aliento y atiendes a su clamor.
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18 Para juzgar al huérfano y al oprimido,
A fin de
que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
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18 para vindicar al huérfano y al afligido;
para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra.
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18 Tú
defiendes al huérfano y al oprimido, para que el hombre, hecho de tierra, no
siga ya sembrando el terror.
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